El grupo compostelano publica su cuarto disco de larga duración, el apocalíptico 'White Fire', sin ceder intensidad eléctrica ni octanaje guitarrero y defiende la vigencia de los circuitos musicales subterráneos
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Por debajo de la superficie brillante del mercado musical dominante existen otros mundos. Escenas autónomas, circuitos subterráneos, parroquias de fieles irreductibles, gente que toca lo que le gusta para otra gente a la que le gusta, sin atender únicamente a la lógica del comercio. Samesugas, la banda fundada en Santiago de Compostela hace un cuarto de siglo, ilustra un sector de esa resistencia, la del punk & roll, intensidad eléctrica, alto octanaje guitarrero. Ahora publica el apocalíptico White Fire, su cuarto disco de larga duración en una discografía cantada en inglés con incursiones en el gallego y abundante en colaboraciones y sencillos. “Nuestro mayor mérito es aguantar juntos 25 años”, asegura a elDiario.es, sin asomo de ironía, Alberte Leis, su bajista.
El factor humano. No es asunto menor cuando se trata de un cuarteto de personas que comparten dedicación desde 1999, desde 2000 con el actual batería, Ramón Rúa. La formación la completan Joaquín García a la voz y guitarra y Álex García a la guitarra. “No tenemos ningún truco. Supongo que consiste en tener paciencia, porque todos tenemos nuestras cosas”, dice divertido, “y también ayuda no depender de tremenda actividad. La música es nuestra pasión, pero no nuestro medio de vida”. Una pasión, en cualquier caso, que los ha conducido a facturar sólido punk rock, de ese que se asienta más en los pioneros de Detroit o Australia que en los imperdibles de Londres. White Fire (Lixo Urbano, 2025) lo ratifica al mismo tiempo que registra cierta y sutil evolución.
“Lo que más me costó fue abrirme a esos medios tiempos” que pueblan el nuevo disco, confiesa Leis. Su primer proyecto, Dirty Barriguitas, fue en los 90 uno de los estandartes del hardcore gallego, junto a Fame Neghra -de la que proceden Rúa y Álex García-, Mol o Néboa. Y esa práctica acelerada del punk acabó colándose en Samesugas, sobre todo en los inicios: su diez pulgadas Machine in your brain (2003, reeditado y ampliado al año siguiente). El rastro hardcore persiste en su último disco -la canción Last night on earth- pero al lado de temas lentos y agresivos, como el titular o el que paradójicamente lo abre, It's over. Los New Christs -australianos, liderados por Rob Younger- del totémico, oscuro Distemper (1989) no andan lejos. “Es un piropo, el rock australiano es una de nuestras influencias más constantes, AC/DC, Radio Birdman o Hard Ons, a los que versionamos” señala, “aunque en este caso también veo a Neil Young”. Será eso que algunos denominaron, al referirse a White Fire, madurez, añade. Que tardó 14 años en llegar. El disco, sobre la madurez, entre risas, no opina.
La amalgama 'samesuga': punk, rock&roll sucio, garage o power pop
De 2011 data su elepé anterior, They are out there. ¿Por qué un silencio tan prolongado? “Pasaron muchas cosas, pero nunca dejamos de ensayar ni de dar conciertos. Después de They are out here habíamos grabado nuevo material en Bonham [estudios de A Coruña]. No estábamos convencidos y se eternizó. Vino la covid y quedó pendiente el disco”, relata. No solo hubo ensayos y bolos, por cierto: colaboraciones como el single de versiones rockabilly con Willie Succo Brother, su participación junto a Espiño en un homenaje a los veteranos Ruxe Ruxe o la performance con la artista catalana Laia Estruch ocupaban el tiempo. “Hace un par de años juntamos cinco canciones y nos dijimos 'hay que acabar el disco'. Pero no somos un grupo que lo tengamos todo cuadriculado o pensemos una estrategia”, afirma. De hecho, tampoco White Fire y su tono del fin de los tiempos no resultó algo premeditado.
“No pretendía ser un trabajo conceptual, ni mucho menos. Además, ninguno de nosotros es un escritor”, argumenta Leis, “una vez que acabamos, sí que vimos que las canciones tienen un fondo apocalíptico. Son los tiempos, tras la pandemia, no sé si estamos ante el fin del capitalismo...”. En el videoclip de White Fire, la canción, firmado por Playboy Navigatore y Furrinheira, le explota la cabeza a un avatar de Donald Trump. Y, a la vez, ese fuego blanco del título indica cierta renovación psicodélica, subraya el bajista. De ese género, rock derivativo e improvisado, no hay mucho en los surcos de White Fire, pero sí esa particular amalgama samesuga -sanguijuela en castellano- de punk, rock&roll sucio, garage o power pop contundente -el tema Hard to pretend. Todo bajo una magnífica producción realista y con una versión de los legendarios Wipers como cierre, Messenger. Lo presentaron en su ciudad de fundación y residencia, Santiago de Compostela, el pasado 31 de mayo, en la Sala Capitol. Ahora lo rodarán por Porto o Barreiro, en Portugal, Lalín (Pontevedra) o Boiro (A Coruña). El circuito para las guitarras inflamadas todavía existe. Contra todo pronóstico.
Internet lo cambió todo. Cuando los integrantes de Samesugas subieron por primera vez a un escenario con sus bandas anteriores, la comunicación en la escena punk y hardcore la vertebraban los fanzines y el correo postal. Ya no, claro. Pero el círculo de contactos y amigos de Samesugas surgió entonces. “Mantenemos grandes amigos en Catalunya, en Euskadi, en Argentina, donde publicamos el disco compartido con Marcelo Pocavida & The Viagra Boys (2008). El circuito underground sigue vivo como siempre”, asegura. Y eso que, efectivamente, los tiempos han cambiado. Y de qué manera. “Cuando empezábamos, el rock, y algo menos el rap, era la música de los jóvenes. Eso cambió, obviamente, y la gente más joven ya no lo consume”, aduce Leis, “aunque al concierto de la Capitol vino mucha chavalada de 20 años. Nos sorprendió. Antes no nos sorprendía, pero es que lo normal en nuestras actuaciones es que el público ronde los 40 años. Como banda no nos preocupa, nos gusta lo que hacemos y vamos a seguir haciéndolo”. Un cuarto de siglo después.
El caso del exconselleiro ólo demuestra una vez más que quien vivió arropado por siglas, comitivas y teléfonos que se descuelgan con celeridad, no sabrá nunca lo que es la intemperie. Al menos no, si sus amigos gobiernan la Xunta de Galicia como si fuese Matrix.
Las formas en las que la Xunta y el PP apoyan al exconselleiro investigado por agresión sexual y desprecian a la víctima
Una dimisión es, a menudo, un gesto limpio. Yo mismo dimití una vez y sentí las horas antes y los días que siguieron un alivio inaudito, un tipo especial de ligereza que volví a experimentar muy pocas veces después. Por desgracia, cuando se trata de política, el cuento es bien distinto. Por mucho que haya quien quiera insistir estos días en lo contrario, una dimisión en política siempre tiene un aquel de huida obligada, a contragusto. En San Caetano lo saben, y por eso el rostro encima de la corbata asoma una última vez en el despacho, comparece ante la prensa —rodeado de todo su equipo— y se esconde detrás de un par de frases perfectamente medidas. Sin embargo, esta vez, lo curioso no es sólo la puesta en escena —semejante al homenaje a un héroe de guerra—, sino que el hombre dentro del traje dice dimitir para poder defenderse.
Esta semana, Alfonso Villares —exconselleiro do Mar y exalcalde de Cervo— dimitía después de ser imputado por una presunta agresión sexual. La denuncia fue presentada en el mes de enero. Los hechos habrían sucedido en diciembre. El presidente Alfonso Rueda supo del asunto en febrero. Villares renuncia todavía ahora, a las puertas del verano. Del caso sorprende, más aún que sus tiempos, que esta dimisión, lejos de ser un ejercicio de cautela, se presenta casi a modo de ariete contra la puerta de los juzgados. A la vista de las declaraciones de los principales representantes de las instituciones gallegas, el noble gesto de enfrentarse a la justicia “como un ciudadano cualquiera” acaba convertido en una constatación absoluta de desigualdad.
Alfonso Rueda, a través de su cuenta de X, hablaba sin que le temblase la voz —o los pulgares— de la marcha de Villares como un “ejemplo de responsabilidad”. Tras él, el ejército disciplinado del Partido Popular de Galicia corría a refrendar la beatificación. Así, Elena Candia, Vicepresidenta primera del Parlamento, expresaba su respeto y decía “es un gesto que le honra [...]. Espero que pueda demostrar su inocencia lo antes posible”. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, iba más allá y afirmaba que este es “un gesto que no abunda”. Ángeles Vázquez, conselleira de Medio Ambiente, sólo tenía para él “buenas palabras”. Roberto Barba, director xeral de Loita contra a Violencia de Xénero, veía “intachable” el comportamiento del exconselleiro. Y así podríamos seguir hasta el infinito. Uno por uno, cargos públicos al frente de nuestras instituciones, defendiendo —oh, ¡qué casualidad!— a “un ciudadano cualquiera”.
Sumémosle a lo anterior el apoyo de la prensa afín —tanto la CRTVG como La Voz de Galicia ya pusieron la maquinaria a trabajar— y el caso de Villares sólo demuestra una vez más que quien vivió arropado por siglas, comitivas y teléfonos que se descuelgan con celeridad, no sabrá nunca lo que es la intemperie. Al menos no, si sus amigos gobiernan la Xunta de Galicia como si fuese Matrix.
A la espera de que el tiempo y la justicia tengan que decir, no deja de ser llamativa la confianza que los representantes de la Xunta tienen en sí mismos y en el exconselleiro, sobre todo si tenemos en cuenta que, aunque no existe una cifra oficial en lo referente a las agresiones sexuales, en el caso de las denuncias por violencia de género sólo un 0,0084% de las mismas son falsas. Entonces, ¿el apoyo unánime nace del cariño o del caciquismo? Difícil dar con la fuente de tanta valentía.
Lo que sí sé es que del otro lado de esta presunción de inocencia que reviste a Villares como un mesías hay una ciudadana cualquiera —sea o no una figura pública— y que los representantes de las más altas instituciones gallegas no corrieron a mostrarle en las redes sociales su apoyo ante ese gesto difícil y valiente que es siempre denunciar. Porque la política del Partido Popular en Galicia consiste en protegerse, nunca en proteger. Y el silencio institucional grita aquí contra quien denuncia.

"Fue un buen conselleiro y todo lo demás no tiene que ver con su labor política", respondió el presidente de la Xunta desde la Conferencia de Presidentes de Barcelona, hasta donde lo persiguieron sus muestras de apoyo cerrado, y las de todo su gobierno, al dimitido Alfonso Villares
Las formas en las que la Xunta y el PP apoyan al exconselleiro investigado por agresión sexual y desprecian a la víctima
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha tratado este viernes de marcar distancias con Alfonso Villares, el exconselleiro do Mar que dimitió de su cargo tras ser imputado por agresión sexual. Después abrazarlo efusivamente en el acto oficial de su relevo y de expresar su confianza “en recuperarlo para la vida pública”, el jefe del ejecutivo gallego ha intentado explicar su comportamiento: “El abrazo es un agradecimiento a su labor. Simplemente eso. Fue un buen conselleiro y todo lo demás no tiene que ver con su labor política”, aseguró.
Las preguntas sobre el comportamiento de Rueda y del conjunto de su Gobierno —que escenificaron de forma unánime un cerrado apoyo a Villares mientras no mostraban ni el más mínimo gesto hacia la víctima— persiguieron al presidente gallego hasta Barcelona y su comparecencia tras la Conferencia de Presidentes. Inquirido sobre si la imagen de ese abrazo puede pasarle factura en su carrera política, respondió que el exconselleiro “era miembro de mi gobierno y, en cuanto tuvo una imputación formal, dejó de serlo. Si eso no es un mensaje claro... Yo, desde luego, creo que sí lo es”. “Ya no es miembro del gobierno y no ser miembro del gobierno se deriva de su imputación. Simplemente de su imputación”, añadió tras recordar que Villares renunció al aforamiento.
A Rueda le preguntaron también si consideraba que era el momento de enviar un mensaje de apoyo a la denunciante, tras obviarla en todas sus declaraciones desde el miércoles. “POr supuesto. Creo que no hay ninguna duda, por lo menos en Galicia, de nuestro decidido apoyo a cualquier víctima de violencia machista y las facilidades que damos para intentar protegerlas, que ninguna conducta quede sin castigo y hacer todo lo posible para que cualquier mujer que se sienta amenazada pueda reaccionar con los medios a su alcance”.
De nuevo insistió en mostrar, como hizo “desde el primer momento”, su “absoluta confianza en la Justicia”. “En cuanto se produce el primer pronunciamiento judicial, el primero, se toma en 24 horas esta decisión”. Reiteró su petición para que el caso, que ha vuelto a los juzgados de Ferrol, “se resuelva cuanto antes” y avanzó que “habrá que asumir, sin ninguna duda, las consecuencias de lo que diga el juez”, antes de añadir, de forma un poco ininteligible: “Desde luego, mi apoyo en general y no apoyo al exconselleiro como denunciado”.
Existen muchos trucos y estrategias que permiten reducir la temperatura interior sin la necesidad de recurrir exclusivamente a aparatos eléctricos
Gana privacidad en tu terraza o balcón con estas soluciones fáciles y naturales
El calor intenso durante los meses de verano puede convertir el hogar en un espacio incómodo y sofocante. Las altas temperaturas no solo afectan a nuestro bienestar, sino que también aumentan el consumo de energía debido al uso constante de aire acondicionado y ventiladores. Por eso, buscar soluciones prácticas y económicas para mantener la casa fresca se vuelve una necesidad cada año.
Afortunadamente, existen muchos trucos y estrategias que permiten reducir la temperatura interior sin la necesidad de recurrir exclusivamente a aparatos eléctricos. Desde aprovechar la sombra natural hasta mejorar la circulación del aire, estas técnicas ayudan a crear un ambiente más agradable y a la vez contribuyen a un menor gasto energético.
Es importante aplicar algunos cambios sencillos en la rutina diaria y en la gestión del hogar para marcar la diferencia durante los días más calurosos. Además, estos métodos suelen ser respetuosos con el medio ambiente y fáciles de implementar, convirtiéndolos en los aliados perfectos para combatir el calor de manera natural y eficiente.
Aprovecha la sombra natural y artificial

Una manera fácil y efectiva de mantener la casa fresca es usar la sombra, ya sea natural o artificial. El sol directo hace que las habitaciones se calienten muchos, así que bloquear su entrada ayuda a bajar la temperatura. Para conseguir la sombra natural, puedes plantar árboles o macetas cerca de ventanas y paredes donde da el sol. Esto es muy útil, ya que las hojas frenan el sol y crean aire fresco alrededor de la casa. Además, las plantas mejoran el ambiente y hacen que el lugar sea más agradable.
También hay formas artificiales de hacer sombra como usar persianas, toldos o cortinas en las ventanas, Estos bloquean el sol antes de que caliente los cristales y las paredes. Es mejor elegir colores claros o telas que reflejen la luz para que el calor no consiga entrar. En terrazas y balcones se pueden poner pérgolas o toldos para crear sombra cuando haga falta. Los paneles solares o las celosías también permiten que entre la luz sin que haga tanto calor.
Ventila bien para refrescar tu hogar
Para que la casa no se caliente es importante dejar que el aire circule bien. Esto se consigue aprovechando las corrientes de aire que se generan al abrir puertas y ventanas de manera estratégica. Para lograr una buena circulación es importante crear lo que se llama “ventilación cruzada”. Esto significa abrir ventanas o puertas en lados opuestos de la casa para que el aire pueda entrar, por un lado, y salir por el otro, renovando el ambiente y sacando el aire caliente.
Otra recomendación útil es ventilar en las horas más frescas del día como por la mañana temprano o al atardecer, cuando la temperatura exterior baja. Durante las horas de más calor, lo mejor es cerrar ventanas y cortinas para evitar que el aire caliente entre. Los ventiladores también ayudan a mover el aire y hacen que nuestro cuerpo sienta más fresco, aunque no enfrían el aire.
Utiliza materiales y colores que reducen el calor

Los materiales y colores que usamos en nuestra casa tienen un gran impacto en la temperatura interior. Elegir bien puede ayudar a mantener el hogar más fresco durante los días de calor. Los colores claros son los mejores aliados para reducir el calor, ya que reflejan la luz del sol en lugar de absorberla. Por eso, pintar las paredes exteriores y los techos con tonos blancos, beige o pastel pueden evitar que se acumule calor en el interior.
En cuanto a los materiales, aquellos con alta capacidad de aislamiento térmico ayudan a bloquear el calor extremo. Por ejemplo, puedes utilizar ventanas con doble acristalamiento o con vidrios reflectantes para disminuir la entrada de calor. También, las paredes y techos construidos con materiales que tienen menos calor, como el ladrillo hueco o ciertos tipos de yeso, ayudan a mantener la temperatura interior más baja. La superficie del suelo también pueden influir. Los suelos de cerámica o piedra tienden a mantenerse más frescos que los de madera o alfombra.
Hábitos diarios para mantener la casa fresca
Más allá de las medidas técnicas y estructurales para proteger la casa del calor, los hábitos diarios juegan un papel clave para mantener el hogar fresco y agradable. Uno de los consejos más importantes es evitar usar electrodomésticos que generan calor, como el horno o la plancha, durante las horas más calurosas del día. En su lugar, es mejor cocinar temprano por la mañana o por la noche, cuando la temperatura exterior es más baja.
Otra recomendación útil es reducir el uso de luces artificiales siempre que sea posible, ya que las bombillas incandescentes y algunas luces LED pueden producir calor. Si utilizas una iluminación natural durante el día, mantendrás la casa más fresca.
En cuanto a la ropa de cama y textiles del hogar, usar tejidos ligeros y de colores claros ayuda a evitar la sensación de calor. Al igual que, colocar alfombras claras o prescindir de ellas en verano puede contribuir a mantener los suelos más frescos.
Incorporar estos pequeños cambios en la vida diaria puede marcar una gran diferencia en la sensación de frescura dentro de casa durante los días más intensos de verano.
Su enclave natural le ofrece un paisaje característico, con destacadas playas, puentes y edificaciones antiguas.
El arte rupestre que es Patrimonio de la Humanidad y que se puede visitar en la provincia de Castellón
El actor Jacob Elordi, conocido por sus papeles en la serie Euphoria y la película Saltburn, está de actualidad por el estreno de la serie El camino estrecho, en la que interpreta a un superviviente de la Segunda Guerra Mundial. Es una de las nuevas estrellas de Hollywood y si por algo ha llamado la atención también es por sus raíces vascas, de las que se ha mostrado orgulloso en una reciente entrevista en Fotogramas.
Su abuelo, como cuenta el propio actor, Joaquín Elordi, fue un exiliado a Australia debido a la Guerra Civil, y provenía de la localidad de Vizcaya, Ondarroa, un enclave pesquero cuyo origen se remonta a la Edad Media, concretamente al siglo XIV, alrededor del meando del río Artibai.
Qué ver y hacer en Ondarroa, Vizcaya
Esta destacada localidad de la costa vizcaína tiene una de las vistas más interesantes de la zona, al estar sobre una colina y tener edificaciones de arquitectura curiosa y casas peculiares. Estas se pueden apreciar desde los distintos puentes que la rodean y que permiten cruzar el río Artibai.
Entre los puentes más destacados de Ondarroa encontramos el puente viejo, reconstruido a mediados del siglo XX en piedra, pero siendo el original de la Edad Media en madera, el puente de la Playa, y el Puente de Itxas Arrue, obra de Santiago Calatrava y con su estilo arquitectónico.
Una de las primeras cosas que demanda hacer Ondarroa es un paseo por su casco histórico, con sus construcciones características, así como un baño en sus playas, de aguas tranquilas y arena fina, entre las que destacan la de Arrigorri y la de Santurraran.
Tres monumentos destacados de Ondarroa
Hablando concretamente de edificios históricos destacados en Ondarroa, existen algunos que son visita obligatoria. El primero de ellos es la Torre Etxeandia, situada en una de las zonas más altas de la localidad, y de un característico estilo gótico.
Su ayuntamiento también es uno de los lugares de interés con su fachada de estilo neoclásico, en el casco histórico de la localidad y adosado a la iglesia de Andra Mari, el edificio más llamativo al ser construido sobre la roca, en una atalaya natural, originario de 1462 y que ha pasado por dos reformas.
Otros lugares de interés es la Casa de cofrades, la antigua cofradía de pescadores del municipio, junto al Puente Viejo y que es un edificio de principios de siglo XX. Ondarroa es también una localidad que destaca por su oferta gastronómica, con platos tanto de carne o pescado, como el rodaballo o los chuletones.
El artista Ignacio Piñeiro, nacido en Cuba, fue el responsable en 1927 de generar un cántico que se puede oír no solo en tierras asturianas
Capitalismo de esclavos y guerras comerciales por el azúcar: cómo el ‘oro dulce' conquistó el mundo
No, no fue una canción de origen popular, como muchos podrían pensar, sino la obra de un cantante que quiso hacerle un sentido homenaje a su padre que era asturiano y que, además, había vuelto a su tierra para morir allí en 1926. Toda una muestra de amor y nostalgia.
Según el estudio de todo un experto en la materia como es el investigador del folklore Fernando de la Puente, el mítico cántico “Asturias, patria querida”, himno oficial de la comunidad autónoma del norte de nuestra península, fue el resultado de la inspiración de un gran cantante nacido en el Caribe pero cuyo padre sí que era de Asturias.
Marcelino Rodríguez, como tantos otros asturianos, emigró a Cuba a finales del siglo XIX. Se casó y tuvo dos hijos, uno de los cuales se dedicaría con gran fortuna a la música. De nombre artístico Ignacio Piñeiro, fundó el Septeto Nacional, formación con la que grabó numerosos discos. Y, entre los numerosos temas que compuso e interpretó, está el tan coreado “Asturias, patria querida”.
Según coinciden De la Puente y otros expertos, la canción la escribió contagiado por la morriña de su padre, quien dejó a su familia cubana y regresó a Asturias, donde acabaría falleciendo.
No era un himno
La canción fue concebida inicialmente como un son, cuyas estrofas iba improvisando y hablaban de un cubano que quería estar en Asturias en todas las ocasiones. Al parecer comenzó a interpretarse con la estructura actual. Piñeiro la registró la consabida letra en 1930, que lógicamente no nació como un himno en sus orígenes, sino una pieza que se hizo popular.
Piñeiro, nacido en la isla caribeña en 1888 y que moriría allí igualmente en 1969, está considerado uno de los más importantes exponentes del son cubano y sus variantes, habiendo creado clásicos de la música cubana como “Échale Salsita”.
Piñeiro era hijo de Marcelino Rodríguez, natural de Grau (a unos 30 kilómetros de Oviedo) y emigrante asturiano que llegó a Cuba a finales del siglo XIX. Sin embargo, a comienzos de los años XX abandonó cuba y regresó a su pueblo. Contagiado por la morriña de su padre, Piñeiro creó la canción que ahora se ha convertido en el himno oficial del Principado de Asturias, título que ostenta desde el 27 de abril de 1984.
Después de componerla, el autor cubano la habría interpretado en algunas celebraciones de la comunidad asturiana en La Habana y en lugares emblemáticos como La Tropical. Poco a poco se fue extendiendo por la capital cubana durante los siguientes años y de ahí habría viajado hasta España a través de los ciudadanos que iban y venían.
Una expareja de Musk no ha dudado en ofrecerse al presidente de EEUU para echar una mano: “Si necesitas algún consejo para la ruptura, avísame”
Los mensajes de Trump a Musk a través de los medios: ya no quiere el Tesla, no quiere hablar y que “ha perdido la cabeza”
El divorcio entre Donald Trump y Elon Musk va camino de convertirse en uno de los más sonados, (y públicos) de la historia. Su historia ha escalado muy rápido de palabras de amor —hace una semana el presidente de EEUU decía que Musk era “uno de los mayores líderes que el mundo ha conocido”— al odio, con amenazas de quitarle todos los contratos con la Administración.
La ruptura ha dado pie a una gran cantidad de memes, chistes e incluso recomendaciones para afrontar el duelo después de un desengaño. Ashley St. Clair, expareja de Musk, no ha dudado en ofrecerse a Trump para echar una mano: “Si necesitas algún consejo para la ruptura, avísame”.
Una buena parte de los tuiteros tenían bloqueado al dueño de X y han tenido que dar marcha atrás en su decisión momentáneamente para poder seguir a gusto la pelea vía Twitter. “¿Quién más ha desbloqueado a Musk?”, se preguntaba un usuario buscando apoyos. “Todo el mundo en Twitter quitándole el bloqueo a Elon”, decía otro.
Muchos han bromeado con que lo siguiente sería la deportación de Musk, pero como ocurre más frecuentemente de lo que debería con el Gobierno de Trump, el chiste podría convertirse en realidad: Bannon ha pedido al presidente de EEUU “investigar” a Musk y deportarlo “de inmediato”.
Otros usuarios han comparado la pelea con otro conocido beef: “Es como el Kendrick vs Drake pero con dos Drakes”. Y entre los escenarios de futuro, muchos han imaginado a los dos multimillonarios como una pareja divorciada compartiendo la custodia de su hijo JD Vance.