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Un vertedero en la isla gallega de Sálvora: 3,8 millones de metros cúbicos de lodos en aguas junto a un parque natural
Identificación fotográfica] 14 Junio 2025, 08:15

Un vertedero en la isla gallega de Sálvora: 3,8 millones de metros cúbicos de lodos en aguas junto a un parque natural

Un informe del Cedex, organismo dependiente del Gobierno central, propone seguir usando este punto para depositar restos de los dragados de puertos mientras ecologistas reclaman no acumular más restos en una zona especialmente sensible

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Al sur de la isla de Sálvora, integrada en el Parque Nacional das Illas Atlánticas, una de las joyas naturales de Galicia, hay una acumulación submarina de residuos que se levanta, en su punto más alto, 18 metros. La componen los materiales retirados en dragados de puertos que se depositaron allí durante casi un cuarto de siglo, entre 1998 y 2021. Son más de 3,8 millones de metros cúbicos de lodos en unas aguas por las que buscan alimento especies amenazadas. El área, de alrededor de un kilómetro cuadrado, se adentra, en su esquina noreste, en la zona de dos millas náuticas de protección alrededor del parque.

Esta es la zona que sigue apareciendo como recomendada para verter áridos y lodos de dragados en un informe del Cedex –Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas–, un ente que está adscrito al Ministerio de Transportes, pero que depende funcionalmente del Ministerio para la Transición Ecológica. El documento, adelantado por gciencia.com, fue un encargo de Puertos del Estado para analizar qué punto es adecuado para llevar el material extraído en las Rías Baixas. El trabajo no solo revisa ese punto de vertido ya usado –denominado E/8 y en el que el Estado paró en 2021 los vertidos–, sino otros dos alternativos. Termina concluyendo que el depósito de lodos junto a Sálvora no ha provocado que la calidad de las aguas sea mala ni que se superen los umbrales de referencia para metales pesados. Considera también que el estado ecológico es bueno. Y, por lo tanto, sugiere volver a usar ese punto porque ahí ya hay vertidos.

La Xunta se apresuró, una vez recibido el informe del Cedex a principios de abril, a solicitar al Ministerio para la Transición Ecológica que autorice que se puedan verter en Sálvora los materiales que se extraigan en varios dragados que están pendientes. Según el Gobierno gallego, hay 16 en espera al sur de la ría de Muros por la paralización de los depósitos en el punto E/8, además del que ha centrado el debate sobre el asunto en los últimos años: el del río Lérez. El presidente de Portos de Galicia, José Antonio Álvarez, volvió a apremiar hace pocos días al Gobierno central para que dé su permiso: asegura que los análisis de los áridos que se quieren retirar en Pontevedra indican que son de categoría A y B. Eso, aclaró, “no quiere decir que no existan concentraciones de algunos metales pesados, pero son muy bajas”. Transición Ecológica, sin embargo, no ha dado el visto bueno.

La elección de ese punto cercano a Sálvora para depositar lodos ha recibido insistentes críticas del sector pesquero, con actividad en la zona, y de plataformas ecologistas. Manoel Santos, portavoz de Greenpeace en Galicia, recalca que ese es uno de los puntos más sensibles ambientalmente de toda la costa gallega, ubicado entre Sálvora y Ons. Añade que está cerca que la entrada de la ría de Arousa, “la joya de la corona del marisqueo y la pesca artesanal de Galicia” y afectada por una gran crisis productiva. El punto, dice, está ya “muy castigado”, por lo que “lo más conveniente” sería “minimizar los riesgos de que muchos de esos áridos y lodos entren en suspensión en la ría”.

El informe del Cedex recoge datos y estudios que permiten conocer el estado actual de la zona. Quedan retratados los efectos de los varios depósitos de residuos de dragados, que han formado dos cúmulos. En la zona más elevada, en la que indica que se han registrado desprendimientos, la profundidad ha pasado de 96 metros en 1998 a 78 metros en la actualidad. Es decir, la elevación llega a los 18 metros. Esto, añade el documento, es “llamativo”, pero no representa “ningún problema para la navegación”.

El análisis de los metales pesados presentes indica que en ninguno de los puntos en los que se tomaron muestras se supera el umbral máximo, pero sí refleja que hay diferencias marcadas entre ellos. En concreto, en el E/8–7, el nivel de cadmio se acerca al límite y el de níquel es mucho más elevado que en el resto de muestras.

Aves y cetáceos

El Cedex indica que el punto que se usó hasta 2021 para verter los lodos está dentro de la zona de especial protección para las aves (ZEPA) Espacio Marino de las Rías Baixas –las dos alternativas estudiadas también lo están– y se encuentra en una zona de producción de moluscos declarada. En concreto, la zona E/8 está dentro del corredor migratorio atlántico de aves que pasa junto a la costa gallega –y europea–. El biólogo Xabier Vázquez Pumariño explica que las Rías Baixas tienen una alta productividad y las especies que pasan por ahí en sus rutas paran para alimentarse, si hay de qué. El experto dirige la atención sobre todo a la pardela balear (Puffinus mauretanicus), una especie en peligro crítico de extinción que es endémica de España. Cría en Baleares, pero sus movimientos la llevan a menudo a la costa atlántica y cantábrica.

El propio informe del Cedex considera que este [encontrarse en una ZEPA] es precisamente uno de los aspectos negativos de depositar restos de dragados en esta zona de Sálvora. Los otros son que entra parcialmente en las dos millas náuticas de protección alrededor del Parque Nacional, la elevación del fondo que se ha detectado y los efectos sobre la producción de marisco. Destaca que este es un hábitat adecuado para la pardela balear y para el delfín mular, aunque de este último “se ha constatado la presencia baja” en la zona. Pumariño indica que el caso es distinto para esta especie de pardela y pone como ejemplo que en las salidas en un barco de observación organizadas el pasado octubre vieron unos 900 ejemplares. Si la población total está entre 10.000 y 15.000 y solo en esas salidas vieron a casi un millar, el biólogo concluye que “la mitad de la población mundial de esta especie podía estar perfectamente ahí”. Abre el foco para indicar que hay más especies de paso en estas aguas, que son zona de alimentación habitual de las gaviotas patiamarillas, cuya población ha caído en picado en los últimos años. “Cualquier pequeña perturbación va a agravar la situación. Ya solo por esto es una zona a cuidar”, reflexiona y considera que es “absurdo” que se plantee seguir usando ese punto para descargar lodos.

En la zona también hay cetáceos, de entre los que el estudio del Cedex pone especial atención en la marsopa común (Phocoena phocoena), una especie en peligro de extinción, pero concluye que el área no es la más adecuada para ella y que, si el depósito de residuos se hace siguiendo las normas vigentes, “el nivel de afección” para los cetáceos es “principalmente bajo”. El informe añade que, con la comparación de los resultados obtenidos en programas de vigilancia ambiental, “se puede asegurar” que “los parámetros analizados representativos de la calidad de las aguas no han sufrido cambios significativos” con respecto a 2016 y que la calidad es “buena”.

La turbidez

La caracterización bentónica –los animales que viven en el lecho marino– “revela un buen estado ecológico de la zona”, aunque sí ha habido una disminución de densidad y especies en el punto de vertido, admite el documento. Y, en cuanto a la turbidez del agua, calcula una afección en la capa superficial de 120 minutos por ciclo. Esto, dice, hace “muy improbable” que las zonas sensibles que hay alrededor queden afectadas por el exceso de turbidez y que, si llegan a estarlo, sería con condiciones climáticas “pésimas” y “durante lapsus de tiempo muy cortos”.

El informe del Cedex concluye con varias recomendaciones. Una es que se utilice uno de los puntos alternativos estudiados, identificado como punto D, en la zona sur de las Rías Baixas, para los vertidos de los dragados de los puertos de la ría de Vigo, en los que está previsto extraer 146.000 metros cúbicos de material. Para la ría de Arousa, en la que las previsiones superan el millón de metros cúbicos, apuesta por el punto E/8. Y para la de Pontevedra, con 484.308 metros cúbicos que se calcula que se extraerán, considera que el vertido se puede hacer “indistintamente” en la zona D o en la E/8 y pide un análisis individual por proyecto. Aconseja que, sea donde sea, no se hagan vertidos con mal tiempo.


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