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Con ingredientes fáciles de encontrar y una preparación rápida, estas ideas de sopas frías pueden convertirse en tus aliadas para mantener el cuerpo fresco y nutrido durante las calurosas noches de verano
La receta para hacer el salmorejo perfecto: fácil, refrescante y en solo 20 minutos
Cuando el calor aprieta, encontrar una cena ligera, nutritiva y rápida de preparar puede ser todo un desafío. Las sopas frías se convierten en una opción ideal para esos días en los que no apetece pasar mucho tiempo en la cocina ni comer platos pesados. Además de refrescantes, son una forma sencilla y versátil de incorporar verduras, frutas y proteínas, ofreciendo variedad sin sacrificar su sabor.
Estos platos, muy populares en las zonas más calurosas, ofrecen una mezcla de texturas y sabores refrescantes que conquistan hasta los paladares más exigentes. Desde recetas clásicas hasta combinaciones más innovadoras, las sopas frías ofrecen alternativas ricas y saludables para las noches en que se busca algo ligero pero delicioso.
Con ingredientes fáciles de encontrar y una preparación rápida, estas ideas de sopas frías pueden convertirse en tus aliadas para mantener el cuerpo fresco y nutrido durante las calurosas noches de verano. Además, su versatilidad permite adaptarlas a distintos gustos o necesidades dietéticas, ya sea incorporando proteínas, ajustando la textura o jugando con especias para darles un toque personal.
Gazpacho clásico

El gazpacho es, sin duda, la sopa fría más popular de la gastronomía española. Este plato, originario de Andalucía, ha sobrepasado fronteras gracias a su sencillez, su sabor intenso y su capacidad para refrescar incluso en los días más calurosos. Preparado a base de verduras crudas y aliñado con aceite de oliva, vinagre y sal, el gazpacho es una opción saludable, hidratante y muy fácil de preparar.
Los ingredientes básicos que necesitamos para preparar esta receta son:
- 5-6 tomates maduros
- 1/2 pepino
- 1/2 pimiento verde
- 1/4 de cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de vinagre
Para la preparación seguiremos una serie de pasos:
- Lava y corta las verduras. Comienza lavando bien los ingredientes frescos. Pela los tomates si prefieres una textura más fina, puedes escaldarlos un minuto en agua hirviendo para facilitar el pelado. Pela también el pepino y el ajo, y corta todo en trozos medianos. Si decides añadir pan, humedécelo ligeramente con agua.
- Tritura los ingredientes. Coloca todos los ingredientes troceados en el vaso de la batidora y añade el aceite de oliva, el vinagre y la sal.
- Añade agua fría poco a poco. Incorpora una parte del agua fría y comienza a triturar a velocidad alta. Ajusta la cantidad de agua según la textura que prefieras.
- Cuela si es necesario. Para una textura más fina y sin restos de pieles o semillas, pasa la mezcla por un colador, presionando con una cuchara,
- Enfría bien antes de servir. Vierte el gazpacho en una jarra o recipiente hermético y déjalo reposar en el frigorífico al menos media hora, aunque si se enfría durante varias horas, el sabor se intensifica.
Para servirlo, el gazpacho se puede presentar en un vaso o en un cuenco, decorado con trocitos de las mismas verduras que lo componen o con un poco de aceite de oliva extra. También combina muy bien con picatostes o huevo duro picado, para quienes buscan una cena un poco más completa.
Sopa fría de zanahoria, naranja y jengibre

Esta sopa fría de zanahoria, naranja y jengibre es una opción refrescante y llena de sabor para las cenas de verano. Combina la dulzura natural de la zanahoria con el toque cítrico y vibrante de la naranja, mientras que el jengibre aporta un punto especiado que despierta el paladar. Además de ser rápida y fácil de preparar, es una receta nutritiva que aporta vitaminas y antioxidantes esenciales para cuidar tu salud mientras disfrutas de una comida ligera y refrescante.
Los ingredientes básicos que necesitamos para preparar esta receta son:
- 500 g de zanahorias
- 1 puerro
- 1 cucharada de jengibre en polvo
- 2 naranjas
- 1 litro de caldo de verduras
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
Para la preparación seguiremos una serie de pasos:
- Pela y sofríe las verduras. Comienza pelando y troceando las zanahorias y los puerros. En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade el puerro troceado y sofríelo durante unos cinco minutos hasta que esté tierno. Incorpora las zanahorias y cocina durante otros cinco minutos más, removiendo de vez en cuando.
- Añade el caldo y cocínalo. Vierte el caldo de verduras en la olla, asegurándote de que las verduras estén cubiertas. Lleva a ebullición, luego reduce el fuego y deja cocer el fuego lento durante 15-20 minutos, hasta que las zanahorias estén tiernas.
- Incorpora el jengibre y el zumo de naranja. Añade el jengibre en polvo y el zumo de las dos naranjas a la olla. Remueve bien para integrar los sabores.
- Tritura la sopa. Retira la olla del fuego y deja que se enfríe ligeramente. Utiliza una batidora de mano o una licuadora para triturar la mezcla hasta obtener una crema suave y homogénea.
- Ajusta la textura y el sabor. Si la sopa está demasiado espesa, puedes añadir un poco más de caldo de verduras hasta alcanzar la consistencia deseada. Después, sazona con sal y pimienta al gusto.
- Déjalo enfriar y sírvelo. Deja enfriar la sopa a temperatura ambiente, luego refrigérala durante al menos una hora antes de servir. Sirve bien fría, decorada con la ralladura de naranja reservada, con un chorrito de aceite virgen extra o con picatostes si lo deseas.
Esta sopa fría es rica en vitamina A y C, gracias a la zanahoria y la naranja, y el jengibre aporta un toque picante que estimula la digestión. Es perfecta para una cena ligera y saludable durante los días más calurosos de verano.
Sopa fría de sandía y tomate

Refrescante y ligera, esta sopa fría de sandía y tomate es una fusión perfecta entre dulce y salado. Una alternativa original al gazpacho tradicional, perfecta para quienes buscan cenas saludables. Los ingredientes básicos que necesitamos para preparar esta receta son:
- 1/2 de sandía
- 3 tomates maduros
- 2 hojas de menta fresca
- 1 cucharada de jengibre en polvo
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Cubitos de hielo
Para la preparación seguiremos una serie de pasos:
- Prepara y tritura los tomates. Lava, pela y corta en trozos los tomates medianos. Después, colócalos en una olla con agua hirviendo y cuécelos durante cinco minutos. Una vez cocidos, escúrrelos y tritúralos hasta obtener una mezcla sin trozos.
- Prepara la sandía. Pela la sandía, retira las semillas y córtalas en trozos. Después, colócala en el vaso de la batidora junto con las hojas de menta previamente lavadas.
- Mezcla los ingredientes. Añade el puré de tomate reservado a la batidora con la sandía y la menta. Luego, tritura hasta obtener una mezcla homogénea.
- Añade los condimentos. Incorpora el jengibre en polvo, el aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Mezcla bien para integrar todos los sabores.
- Déjala enfriar y sírvela. Vierte la sopa en un recipiente y refrigérala durante al menos una hora. Después, sirve la sopa fría y añade cubitos de hielo para un extra de frescor.