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Una figura legendaria que desafió las normas de su tiempo y dejó una huella imborrable en la historia de la piratería del Caribe
Quién era 'el Tato', el torero el dicho popular que realmente no se perdía ni una sola fiesta
En una época en la que las mujeres apenas podían aspirar a navegar más allá del rol de esposas o sirvientas, Anne Bonny rompió el molde a cañonazos y espada desenvainada. Nacida en el siglo XVIII, esta irlandesa de carácter fiero se convirtió en una de las piratas más temidas del Caribe. Su historia, contada en parte por el célebre cronista de piratas Captain Charles Johnson en Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas (1724), está rodeada de misterio, valentía y transgresión.
De hija ilegítima a fugitiva del mar
Anne Bonny nació hacia 1697 en Irlanda, como hija ilegítima de un abogado y su criada. Cuando su existencia se volvió un escándalo social, su padre se trasladó con ella a Carolina del Sur. Allí hizo fortuna como comerciante, mientras Anne desarrollaba un temperamento fuerte. Algunos relatos aseguran que, de adolescente, apuñaló a un sirviente que la ofendió —aunque este dato proviene de fuentes no verificadas posteriores (Yolen, 2008).
Se casó joven con James Bonny, un marinero sin fortuna, y se mudó con él a las Bahamas. Pero pronto lo abandonó tras enamorarse del pirata “Calico Jack” Rackham, con quien se embarcó literalmente en una vida de crimen y aventuras marítimas, tal y como explicaba Johnson y también se recoge en Mujeres piratas: Las princesas, prostitutas y corsarias que gobernaron los siete mares, de Laura Sook Duncombe (2017).
Pirata entre piratas
En los barcos piratas las mujeres eran rara vez bienvenidas. Muchas tripulaciones las consideraban una amenaza para la disciplina o un presagio de mala suerte. Pero Anne se disfrazó de hombre para unirse a la tripulación de Rackham, participando activamente en ataques, saqueos y combates.
Allí conoció a Mary Read, otra mujer que también se ocultaba tras ropas masculinas. El testimonio de testigos recogido en su juicio indica que ambas lucharon con tal ferocidad que incluso los más endurecidos marineros las temían.
Juicio, condena... ¿y desaparición?
En octubre de 1720, la tripulación de Rackham fue sorprendida por un barco del gobernador de Jamaica. La mayoría de los piratas estaban borrachos y apenas opusieron resistencia. Anne y Mary, sin embargo, pelearon hasta el final. Tras su captura, fueron juzgadas y condenadas a la horca, pero ambas declararon estar embarazadas, lo cual retrasó su ejecución. Este hecho está documentado en los archivos judiciales de Jamaica (Registro del Consejo de Jamaica, 1720).
El destino posterior de Anne Bonny sigue siendo un enigma. No hay registros claros de su ejecución. Algunas teorías sugieren que fue liberada por influencia de su padre o que escapó y vivió bajo otra identidad en Carolina del Sur, donde supuestamente murió en 1782. Pero esto no ha podido comprobarse con certeza.
Anne Bonny ha sido objeto de libros, películas, cómics y videojuegos. Su figura ha trascendido la historia como símbolo de libertad, resistencia femenina y desafío a las normas de género. En un siglo que esperaba que las mujeres fueran obedientes y silenciosas, ella navegó contra el viento y disparó cuando otros se escondían. Su vida fue corta, su historia ambigua, pero su leyenda continúa viva en la cultura popular y en los estudios sobre mujeres piratas.