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No es la Gran Muralla China, pero recorre miles de kilómetros y casi nadie la conoce
Identificación fotográfica] 02 Junio 2025, 08:15

No es la Gran Muralla China, pero recorre miles de kilómetros y casi nadie la conoce

Una investigación internacional saca a la luz un sistema de fortificaciones medievales en Mongolia que desafía nuestra comprensión del paisaje político y militar de Asia

La muralla medieval mejor conservada del mundo tiene más de 2500 metros

Un conjunto de murallas medievales que atraviesan el sur de Mongolia ha empezado a recibir atención internacional tras décadas prácticamente ignoradas por la historiografía. Lejos de los focos y sin el reconocimiento de otras estructuras defensivas como la Gran Muralla China, este sistema defensivo -conocido como South-Eastern Long Wall o MWS- plantea nuevas preguntas sobre la organización territorial y militar de la región en la Edad Media.

Una estructura milenaria documentada con nuevas tecnologías

La investigación, publicada en la revista Journal of Field Archaeology, describe un sistema de murallas que se extiende a lo largo de más de 3.000 kilómetros. Utilizando imágenes satelitales, estudios topográficos y trabajo de campo, los arqueólogos han podido trazar su recorrido y documentar una compleja red de fortificaciones, torres de vigilancia y estructuras auxiliares. “Durante mucho tiempo se asumió que eran simples límites territoriales, pero ahora sabemos que tuvieron un uso militar e incluso administrativo”, explica el equipo investigador.

Ubicación del sistema de murallas medievales en el este de Asia (figura de Dan Golan).
Ubicación del sistema de murallas medievales en el este de Asia (figura de Dan Golan).

¿Quién construyó el muro?

Una de las grandes incógnitas gira en torno a la autoría. Aunque se ha especulado que pudo haber sido obra del Imperio Jin o de reinos túrquicos anteriores, no existe consenso. La datación por radiocarbono y el análisis de materiales encontrados in situ sitúan la construcción entre los siglos XI y XIII. Las murallas aparecen alineadas con rutas comerciales históricas y zonas de paso estratégico, lo que refuerza la idea de que su función iba más allá de la mera defensa.

“No podemos atribuirlo de forma definitiva a un solo grupo. Es probable que fuera un proyecto prolongado, con aportes de distintas entidades políticas a lo largo del tiempo”, señalan los autores el artículo. Esta idea desmonta el mito de las civilizaciones nómadas sin estructuras duraderas, aportando una nueva mirada sobre las dinámicas de poder en Asia Central.

Más que defensa: control territorial y fiscal

Las excavaciones también han hallado indicios de puestos de control y áreas de almacenamiento, lo que apunta a un uso más amplio que el estrictamente militar. Estas estructuras habrían servido para supervisar el comercio, cobrar tributos y ejercer autoridad sobre la población local. “Estamos ante una frontera viva, no un simple muro pasivo”, escriben los autores.

Este enfoque contrasta con la imagen tradicional de las murallas como elementos exclusivamente defensivos. De hecho, algunos tramos parecen haber sido construidos para canalizar movimientos y reforzar el control de rutas comerciales, una estrategia más propia de sistemas burocráticos complejos.

Ubicación de MA03 y la línea de trinchera-muro en el paisaje
Ubicación de MA03 y la línea de trinchera-muro en el paisaje

Un patrimonio casi desconocido

Pese a su escala monumental, el MWS ha recibido escasa atención tanto dentro como fuera de Mongolia. El relativo aislamiento geográfico y la falta de investigaciones sistemáticas han contribuido a su invisibilidad. No obstante, varias instituciones académicas internacionales han mostrado interés en colaborar en futuros estudios.

El paralelismo con la Gran Muralla China es inevitable, aunque las diferencias también son sustanciales. Mientras la muralla china ha sido restaurada y convertida en icono turístico y político, la muralla mongola permanece en estado ruinoso y fuera del circuito patrimonial. Aun así, su valor histórico y arqueológico es innegable. “Podría ayudarnos a entender mejor cómo se organizaban los espacios de frontera en Asia Central, una región clave pero poco explorada en la historia medieval”, concluye el estudio.


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