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Muere Abdou, el joven senegalés cuyo abrazo con una voluntaria de Cruz Roja simbolizó el drama migratorio
Identificación fotográfica] 08 Junio 2025, 12:15

Muere Abdou, el joven senegalés cuyo abrazo con una voluntaria de Cruz Roja simbolizó el drama migratorio

Abdou Ngom, el joven senegalés cuya imagen llorando desconsolado dio la vuelta al mundo en mayo de 2021, ha fallecido en Málaga en circunstancias por aclarar

Estrasburgo rechaza investigar la devolución del joven senegalés que abrazó a la voluntaria de Cruz Roja en Ceuta

Abdou Ngom, el joven senegalés cuya imagen dio la vuelta al mundo tras ser abrazado en la playa de El Tarajal de Ceuta por una voluntaria de la Cruz Roja Española el 18 de mayo de 2021, ha fallecido esta semana. Aquella estampa llena de humanidad, con el hombre llorando desconsolado mientras era arropado por Luna, se convirtió en un símbolo. El hombre había llegado a la ciudad autónoma persiguiendo el sueño de una vida mejor en España, después de un duro camino desde Senegal. Tras llegar exhausto a la orilla de la playa, vio que su hermano no reaccionaba y se derrumbó.

Fue devuelto a Marrucos, pero regresó a España, esta vez en un cayuco que arribó a Lanzarote. Tras pasar por Barcelona, Abdou ha muerto en Málaga, donde trabajaba como albañil, en circunstancias aún por aclarar.

Fuentes de Cruz Roja y de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) han confirmado este sábado a EFE su muerte y han indicado que, aunque desconocen las causas del fallecimiento, están en contacto con sus allegados desde que murió el pasado domingo para asesorarles y ayudarles en lo que necesiten.

Devuelto a Marruecos y regreso a España en patera

El joven accedió a Ceuta a nado al igual que lo hicieron más de 10.000 personas durante las jornadas del 17 y 18 de mayo de 2021 por el espigón fronterizo del Tarajal que separa la ciudad de Marruecos. Una vez en la ciudad autónoma protagonizó una imagen que fue portada de los principales medios y captada por un fotógrafo de la Agencia EFE, en la que abrazaba a Luna, una voluntaria de Cruz Roja.

Las fotos del senegalés abrazado por la voluntaria de la Cruz Roja dieron la vuelta al mundo e incluso la joven tuvo que eliminar sus cuentas en las redes sociales ante la multitud de críticas e insultos que recibió por este gesto humanitario.

Su historia no acabó ahí. Fue devuelto a Marruecos y Ana Jiménez, periodista de Televisión Española, siguió su rastro, hasta dar con él en Casablanca. Allí contó su historia: nacido en 1996, era huérfano, trabajaba como albañil en Senegal, pero el sueldo apenas le daba para vivir. Él y su hermano decidieron emigrar. Perseguía el sueño europeo: quería una “vida digna” para él y su abuela, quizá ver algún día un partido del FC Barcelona, le contó a la reportera.

Jiménez también le puso en contacto con Luna, la voluntaria que lo abrazó. Por este gesto de humanidad, ella había sido hostigada en España con decenas de comentarios racistas. Abdou no podía entenderlo.

Con el apoyo de CEAR, Abdou denunció a España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por su devolución en caliente, pero su caso fue rechazado. Inadmitió el caso invocando el precedente que avaló el retorno inmediato de cientos de migrantes que entraron irregularmente en Melilla años atrás.

Él no se rindió. Desde Casablanca, Abdou volvió a intentar alcanzar su sueño. Tras pagar 4.000 euros, se embarcó en una patera, se jugó la vida en alta mar y alcanzó la playa de Lanzarote. De ahí, a Barcelona y finalmente a Málaga, donde encontró trabajo como albañil.

La periodista confirmó el viernes su muerte. Se encontraba mal desde hace días. Según contó La Razón, un amigo que tenía en Almería pidió a sus conocidos que fueran a visitarlo a su casa de Málaga, donde trabajaba y vivía. Cuando llegaron había fallecido.

Jiménez le recordó este viernes en un hilo de Twitter y pidió entender que “detrás de un nombre o un número siempre hay una historia de miseria pero de esfuerzo y resistencia. Que la mayoría de Abdous del mundo también quieren y luchan por sus familias. El sueño de ABDOU solo ha durado ocho meses. En mi corazón estará siempre”.


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