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El lugar es conocido a nivel internacional por ser el primer puerto europeo donde arribó la carabela Pinta de la expedición de Colón
El tranquilo pueblo pesquero de Galicia que cuenta con un jardín único en el mundo
Baiona es un municipio situado en la provincia de Pontevedra, integrado en el área metropolitana de Vigo. Se encuentra en la costa atlántica de Galicia, en la desembocadura de la ría de Vigo, y destaca por su combinación de patrimonio histórico, paisaje natural y tradición marinera. Su ubicación estratégica ha condicionado su desarrollo urbano y económico a lo largo de los siglos, manteniendo un equilibrio entre la actividad pesquera y el turismo.
La villa es conocida a nivel internacional por ser el primer puerto europeo donde arribó la carabela Pinta, que en marzo de 1493 trajo la noticia del descubrimiento de América. Este acontecimiento histórico forma parte fundamental de su identidad y se celebra anualmente con la Festa da Arribada, un evento cultural que recrea el desembarco de aquella expedición. Además, el casco antiguo de Baiona ha sido declarado Conjunto de Interés Histórico-Artístico por la riqueza de su arquitectura y su conservación.
Más allá de su valor histórico, Baiona cuenta con un entorno natural protegido que incluye playas, estuarios y espacios montañosos. Zonas como el estuario del río Miñor y la sierra de Groba forman parte de áreas catalogadas dentro de la Red Natura 2000, lo que refuerza su importancia ambiental. Esta combinación de historia y naturaleza convierte a Baiona en un destino que atrae tanto a visitantes interesados en el patrimonio cultural como a quienes buscan contacto con el paisaje atlántico gallego.
Playas urbanas con identidad propia
Baiona cuenta con varias playas próximas al centro urbano que ofrecen características diferenciadas y facilidades de acceso. La playa de Os Frades se encuentra protegida por la muralla histórica y conserva su acceso original desde la villa. Es un espacio con arena fina y oleaje moderado, frecuentado tanto por residentes como por visitantes que buscan un entorno cómodo y próximo.
La playa de A Ribeira, situada junto al paseo marítimo, es una de las más céntricas y accesibles. Con una extensión media y arena suave, es apta para el baño familiar y dispone de servicios básicos, lo que la convierte en una opción habitual durante la temporada alta. Su localización facilita el acceso a restaurantes y comercios del casco antiguo.

A Cuncheira presenta un carácter más natural y menos urbanizado. Su arena es más gruesa y el oleaje suele ser intenso, por lo que es una playa preferida por quienes buscan espacios menos concurridos y con un entorno más salvaje. Está ubicada en un tramo de costa rocoso que aporta diversidad paisajística.
Por último, la playa de Barbeira está resguardada bajo el Monte Boi y se caracteriza por su entorno arbolado, especialmente pinos que aportan sombra en ciertas zonas. Esta playa es también frecuentada por navegantes, dada su proximidad al club náutico local. Su arena es fina y el oleaje moderado, ofreciendo un espacio adecuado para el baño y actividades náuticas.
Un castillo amurallado
Otro de los atractivos indiscutibles de esta localidad es un castillo rodeado por una muralla de tres kilómetros. Es todo un icono de Baiona y visita obligada al sur de su bahía. Se trata de una fortaleza defensiva ubicada en lo alto del Monte Boi que se empezó a construir en el siglo XII y modificado cuatro siglos después. En este Castillo de Monterreal, cuyo perímetro interior abarca el Parador de turismo Conde de Gondomar, se adivina la presencia humana de pueblos más antiguos. Desde el siglo II a.c. han dejado su huella celtas, fenicios, romanos, visigodos y musulmanes.
La carabela La Pinta marca una seña de identidad propia de este rincón gallego. Fue el primer barco que volvió de la expedición de Colón en la que se descubrió América. La réplica de aquel barco de 15 metros de eslora y tres palos, comandada por uno de los hermanos Pinzón, guarda una extraordinaria fidelidad con la original y se puede ver en el Paseo Alfonso XII. El complemento perfecto es pasarse por la Casa de Navegación, un pequeño museo que está justo al lado que atesora algunas referencias marineras.
Baiona está orgullosa de su pasado histórico y cada 1 de marzo conmemora la llegaga de La Pinta al puerto con una jornada que recrea músicos, artesanos y personajes de época.
En general, un paseo por el Centro Histórico de Baiona nos transporta a otra época a través de la visita a la antigua colegiata de Santa María del siglo XIII, la capilla del siglo XVII de Santa Liberata, que está singularmente consagrada en honor a la primera mujer crucificada en el mundo, circunstancia que se produjo en el año 139. A ellas se suma otra ermita de pequeñas dimensiones, la de Santa Marta, ubicada en la península del mismo nombre que, al parecer, fue quemada por el pirata Francis Drake en 1585 y reconstruida con posterioridad.
Calles estrechas empedradas, soportales y plazoletas conforman un conjunto de interés histórico- artístico singular para recorrer a pie y disfrutar del ambiente.