![Identificación fotográfica] Identificación fotográfica]](https://wanted.love/uploads/news-logo/2025/07/08/5591/big-8051c689b7.jpg?auth=053ede5bc7e83302e601aaf9cda43861fbe47d45a06a80cfe991fa394e332009)
Tadej Pogacar ama ganar y la goza con los símbolos. Desea ganar a Van der Poel sobre todas las cosas, el duelo perpetuo que se alarga de las clásicas de primavera a un Tour que es una colección de clásicas en verano, y desea, al mismo tiempo, dar un valor más amplio a su triunfo. No había mejor forma de homenajear al ciclismo que conseguir la centésima victoria de su carrera, antes de cumplir 27 años, en Ruán, la ciudad normanda de Jacques Anquetil, uno de los más grandes de la historia y ganador de cinco Tours, allí donde las cuestas acompañan los últimos kilómetros del Sena hacia el Atlántico. “Esto es la esencia del ciclismo, la adrenalina, la diversión”, dice el esloveno. “Y ganar la 100ª con el maillot arcoíris de campeón del mundo es lo más”. En un sprint de 500 metros en cuesta hasta el bulevar del Yser, a 47 metros sobre el Sena, Pogacar remontó a Mathieu van der Poel, que arrancó el primero. Tercero, Jonas Vingegaard.