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Israel utilizó una bomba de 230 kilos de fabricación estadounidense para arrasar una cafetería abarrotada en Gaza
Identificación fotográfica] 03 Julio 2025, 12:15

Israel utilizó una bomba de 230 kilos de fabricación estadounidense para arrasar una cafetería abarrotada en Gaza

La zona portuaria donde se encontraba la cafetería Al Baqa no estaba cubierta por ninguna de las órdenes de evacuación emitidas por el ejército

Una matanza israelí en una cafetería de Gaza deja al menos 24 muertos: “Era una escena espeluznante”

El ejército israelí utilizó una bomba de 230 kilos —un arma potente e indiscriminada que genera una onda expansiva masiva y esparce metralla por una amplia zona— para atacar el lunes una cafetería frente a la playa de Gaza, según revelan las pruebas a las que ha tenido acceso The Guardian.

Expertos en derecho internacional sostienen que el uso de este tipo de munición a pesar de la presencia conocida de civiles desprotegidos, entre ellos niños, mujeres y ancianos, fue casi con toda seguridad ilegal y puede constituir un crimen de guerra.

Los fragmentos del arma de las ruinas del café de Al Baqa fotografiados por The Guardian han sido identificados por expertos en artillería como partes de una bomba MK-82 de 230 kg de uso general, un elemento básico de fabricación estadounidense en muchas campañas de bombardeo de las últimas décadas.

El gran cráter que dejó la explosión fue una prueba más del uso de una bomba grande y potente como la MK-82, según dos expertos en artillería.

Un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) dijo que el ataque contra la cafetería estaba siendo revisado y que “antes del ataque se tomaron medidas para mitigar el riesgo de dañar a civiles utilizando vigilancia aérea”.

Funcionarios médicos y de otros ámbitos dijeron que entre 24 y 36 palestinos murieron en el ataque a la cafetería y decenas más resultaron heridos. Entre los muertos había un conocido cineasta y un artista, un ama de casa de 35 años y un niño de cuatro. Entre los heridos había un niño de 14 años y una niña de 12.

Según el derecho internacional basado en las convenciones de Ginebra, una fuerza militar tiene prohibido lanzar ataques que causen “pérdidas fortuitas de vidas civiles” que sean “excesivas o desproporcionadas” con respecto a la ventaja militar que se pretende obtener.

Lo que se considera aceptable está abierto a interpretación, pero los expertos afirmaron que sólo un objetivo cuya eliminación pudiera tener un impacto muy significativo en el curso de un conflicto podría justificar la muerte de decenas de civiles.

La cafetería tenía dos plantas —una superior abierta y una inferior con amplios ventanales a la playa y el mar— y accesos claramente visibles desde arriba.

Gerry Simpson, de Human Rights Watch, declaró: “El ejército israelí no ha dicho exactamente contra quién iba dirigido el ataque, pero ha afirmado que utilizó la vigilancia aérea para minimizar las víctimas civiles, lo que significa que sabía que la cafetería estaba repleta de clientes en ese momento.

“Los militares también habrían sabido que el uso de una gran bomba guiada lanzada desde el aire mataría y mutilaría a muchos de los civiles que allí se encontraban. El uso de un arma tan grande en una cafetería evidentemente abarrotada de gente entraña el riesgo de que se tratara de un ataque ilegal desproporcionado o indiscriminado y debe investigarse como crimen de guerra”, sostiene Simpson.

El Doctor Andrew Forde, profesor adjunto de Derechos Humanos en la Dublin City University, señala que el ataque es espantoso. “Cuando se produce una situación en la que se utiliza munición pesada, especialmente en un espacio civil abarrotado, incluso con la mejor puntería del mundo, se produce necesariamente un resultado indiscriminado que no cumple los Convenios de Ginebra”, afirma.

La cafetería familiar Al Baqa se fundó hace casi 40 años y era muy conocida como lugar de recreo para jóvenes y familias de la ciudad de Gaza. Servía una pequeña selección de refrescos, té y galletas.

Aunque la inmensa mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza padece una desnutrición cada vez mayor y una amenaza constante de hambruna, algunos tienen ahorros o sueldos que les permiten frecuentar los pocos cafés que quedan.

La zona portuaria donde se encontraba la cafetería Al Baqa no estaba cubierta por ninguna de las órdenes de evacuación emitidas por las IDF para advertir de la inminencia de operaciones militares.

Marc Schack, profesor asociado de Derecho Internacional en la Universidad de Copenhague, dice: “Es casi imposible ver cómo puede justificarse el uso de ese tipo de munición. Si se habla de 20, 30, 40 o más víctimas civiles, normalmente tendría que tratarse de un objetivo de gran importancia... Para las fuerzas de la coalición en Afganistán e Irak, la cifra aceptada para un objetivo de muy alto nivel era de menos de 30 civiles muertos y sólo entonces en circunstancias excepcionales”.

Trevor Ball, investigador de armamento y antiguo técnico de desactivación de explosivos del ejército estadounidense, identifica una sección de cola Jdam y una batería térmica que, según él, sugieren que se había lanzado una bomba MPR500 o MK-82.

Otro experto con amplia experiencia en conflictos recientes identifica la bomba de forma similar. Un tercero dice que no puede hacer una evaluación fiable a partir de las imágenes que se le habían presentado.

Israel dispone de una amplia gama de municiones y ha utilizado con frecuencia armas mucho más pequeñas para realizar ataques de precisión contra individuos en Gaza, Líbano y en su reciente ofensiva aérea en Irán.

Las FDI afirmaron en un extenso comunicado a principios de este año que incluso las medidas más sofisticadas empleadas para evaluar los daños a civiles casi nunca son perfectas y que su elección de municiones es “una cuestión profesional que depende de la naturaleza del objetivo del ataque”.

“Mientras que algunos objetivos son adecuados para cargas más pequeñas, otros pueden requerir municiones más pesadas para lograr el éxito de la misión —por ejemplo, cuando se pretende destruir estructuras construidas con ciertos materiales duros, grandes estructuras o túneles subterráneos—”, sostiene el comunicado.

El martes, un portavoz del gobierno israelí afirmó que las FDI “nunca, jamás, atacan a civiles”. Israel ha acusado reiteradamente a Hamás de utilizar a civiles como escudos humanos, acusación que el grupo islamista niega.


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