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En Sinaloa no solo las personas temen a los narcos: los monos, elefantes e hipopótamos también están huyendo
Identificación fotográfica] 01 Junio 2025, 18:15

En Sinaloa no solo las personas temen a los narcos: los monos, elefantes e hipopótamos también están huyendo

Extorsiones e inseguridad - En el nuevo espacio, a 200 kilómetros de Culiacán, se podrá continuar el trabajo de rehabilitación y educación ambiental con más seguridad y mejores recursos logísticos.

La verdad detrás de los legendarios cementerios de elefantes y sus rituales de muerte

Los primeros en marcharse fueron los más grandes. Los elefantes, escoltados por agentes de la Guardia Nacional, encabezaron una caravana que cruzó carreteras sinaloenses al amanecer, rumbo a un nuevo hogar. Detrás viajaban tigres, leones, avestruces y hasta llamas. La reubicación se produjo tras una oleada de violencia que lleva meses paralizando Culiacán y sus alrededores.

Las extorsiones forzaron el abandono definitivo de las instalaciones

En el estado mexicano de Sinaloa, los enfrentamientos entre grupos criminales vinculados al narcotráfico no solo han desbordado a las autoridades y desplazado a miles de personas. También han afectado a los animales que vivían en el Santuario Ostok, un espacio ubicado a unos 25 kilómetros de la capital y que había funcionado durante años como refugio para ejemplares rescatados de circos, colecciones privadas o traficantes.

La tensión creciente en la zona por culpa del Cartel de Sinaloa obligó a suspender el trabajo de los cuidadores y paralizó el acceso de veterinarios, dejando a los animales sin atención médica y sin suministro regular de alimento.

La situación se volvió insostenible cuando varios empleados comenzaron a recibir amenazas. En un momento clave del relato, Ernesto Zazueta, presidente del santuario, explicó en CNN que su equipo tuvo que abandonar el lugar después de múltiples intentos de extorsión: “Prácticamente nos sacaron del lugar porque había gente que quería extorsionarnos”.

Aunque en un principio las instalaciones resistieron el impacto del conflicto entre Los Chapitos y Los Mayitos, el recrudecimiento de la violencia en la región terminó afectando a todas las áreas de actividad del santuario. Desde septiembre de 2024 se han reportado casi mil asesinatos en Sinaloa, así como el cierre de casi un centenar de escuelas y cientos de negocios. En ese mismo periodo, los accesos a Ostok fueron declarados peligrosos por trabajadores que decidieron no volver.

Uno de los puntos más críticos se produjo cuando Vireky, una de las elefantas del santuario, sufrió una infección que requería atención especializada. A pesar de la urgencia, ningún veterinario accedió a trasladarse a Culiacán por motivos de seguridad. En declaraciones recogidas por Mexico News Daily, Diego García, uno de los cuidadores, explicó que muchos de los animales estuvieron varios días sin comer por la falta de suministros: “No hay un solo lugar seguro en la ciudad estos días”.

 El traslado fue discreto para evitar el interés del crimen organizado

La decisión de reubicar a los animales no fue anunciada públicamente por miedo a que integrantes del crimen organizado intentaran apropiarse de algunos ejemplares. De hecho, se ha confirmado que los responsables del santuario han visto individuos merodeando la zona e intentando entrar en las instalaciones.

El destino elegido fue el Bioparque El Encanto, una nueva reserva natural que abrirá sus puertas en Mazatlán el próximo agosto. El traslado de los primeros 200 animales incluyó leones, tigres, avestruces, burros, caballos y aves de granja. En total se movilizaron 15 camiones, acompañados por equipos médicos y personal militar.

Entre los animales trasladados también figura Big Boy, un elefante que había sido rescatado de un circo y que llegó a convertirse en uno de los emblemas del santuario. Otros, como los cerdos enanos o las llamas, habían sido adquiridos como mascotas y posteriormente abandonados por sus dueños. Por ahora, cerca de 500 ejemplares siguen esperando ser reubicados en cuanto se den las condiciones necesarias.

Este nuevo espacio, situado a unos 200 kilómetros de distancia, ha sido diseñado con instalaciones más seguras y con mayor capacidad logística. Según explicó Zazueta en W Radio México, el Bioparque permitirá continuar con la labor de rescate, rehabilitación y educación ambiental en un entorno más estable. “Estamos hablando de una situación muy grave. La violencia también ha afectado a los animales”, señaló al referirse a los ejemplares que fueron abandonados o dejados en la puerta del recinto en los últimos meses.

El cierre del Santuario Ostok en Culiacán marca un antes y un después en la historia de este proyecto, que durante años logró mantener con vida a cientos de animales rescatados de entornos adversos. Ahora, desde Mazatlán, sus responsables intentan recuperar el ritmo de trabajo y evitar que más ejemplares queden atrapados en medio de un conflicto que sigue extendiéndose por el norte del país.


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