![Identificación fotográfica] Identificación fotográfica]](https://wanted.love/uploads/news-logo/2025/07/07/5489/big-5dff3f5f89.jpg)
Vecinos y visitantes se sacuden el calor en este espacio que se ha convertido en todo un símbolo de la localidad
Donde el baño está a un paso: pueblos con piscinas naturales integradas en el paisaje
La piscina natural más grande de Europa está en este pequeño pueblo de Andalucía
Resistir el calor de Cañaveral de León, un pueblo de menos de cuatrocientos habitantes situado en el interior de la provincia de Huelva, casi en la frontera con Extremadura, no es tarea sencilla. Hay pocas alternativas, aunque el plan que más gusta a vecinos (también a visitantes) es esperar a que afloje y salir a refrescarse a la conocida como La Laguna, una alberca que actualmente hace las veces de piscina.
La Laguna forma parte de la cultura del agua del municipio, que siempre ha estado muy vinculado a la explotación y al aprovechamiento de este recurso esencial, tanto para consumo privado como para las huertas. De hecho, esta construcción hidráulica, ahora tan icónica, forma parte de un conjunto hidráulico conformado por diversas infraestructuras, explican desde el consistorio.
Piscina con tinajas de decoración
Todo empezó en Fuente Redonda, de origen árabe. Ahí peregrinaban las mujeres con cántaros y botijos, que llenaban para uso doméstico. Hasta finales del siglo XIX, esta agua discurría libremente por la calle, hasta que se encauzó a través de El Pilar, el siguiente eslabón del conjunto hidráulico. Se trata de una acequia de 90 metros que hizo las veces de abrevadero para el ganado. También se instalaron lavaderos para la limpieza de prendas.
Pero el agua que discurría a través de El Pilar no se podía perder, así que se construyó una alberca de gran tamaño que se conoció como La Laguna, desde donde se almacenaba y distribuía para el riego de las huertas.
La Laguna se quedó pequeña y en los años 60 vino una importante ampliación, dejando la misma imagen que se puede contemplar actualmente: 862 metros cuadrados con muro de cerramiento y adornado en sus bordes con tinajas, un símbolo de aquellas mujeres que subían a Fuente Redonda a cargar agua para sus casas.
La alberca no solo es un símbolo de este pequeño pueblo andaluz, situado en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche, sino que se ha reconvertido en piscina municipal, donde vecinos y visitantes pueden remojarse y olvidarse del calor, al menos durante un buen rato y en un entorno cuanto menos curioso.
Normas para bañarse en La Laguna de Cañaveral de León
Según explica el consistorio en sus redes sociales, bañarse en esta alberca reconvertida no tiene coste alguno, aunque hay que cumplir una serie de normas para garantizar la higiene y la convivencia: bañarse con el pelo recogido, usar las papeleras, entrar con cuidado para evitar resbalones y utilizar aceites con moderación. No están permitidas las mesas, acudir con neveras o sombrillas, los animales, bañarse con ropa, subirse a las tinajas y pintar los muros.