![Identificación fotográfica] Identificación fotográfica]](https://wanted.love/uploads/news-logo/2025/07/02/4944/big-9a46964a8a.jpg)
Su clima agradable, con inviernos frescos y veranos suaves, junto con sus servicios y espacios culturales, hacen de este pueblo un destino atractivo tanto para quienes buscan tranquilidad como para quienes desean sumergirse en la historia y la naturaleza del norte de Extremadura
El pueblo que esconde piscinas naturales y cuevas milenarias a los pies de la Sierra de Gredos
Hervás es un pueblo situado en la provincia de Cáceres, en el corazón del Valle del Ambroz. Su ubicación en la falda del monte Pinajarro, a casi 700 metros sobre el nivel del mar, lo convierte en un lugar rodeado de un entorno natural único, con bosques de robles y castaños que crean un paisaje lleno de vida y color durante todo el año. Los ríos que atraviesan la zona, especialmente el Ambroz, aportan frescura y dinamismo a sus parajes.
La riqueza natural de Hervás va de la mano con su historia y cultura. Fundado en la Edad Media y vinculado a importantes rutas como la Vía de la Plata, el pueblo ha sido testigo de diversos momentos históricos que han dejado huella en su arquitectura y tradiciones. Entre sus tesoros destaca el Barrio Judío, uno de los mejor conservados de España, que refleja la presencia y legado de la comunidad sefardí que habitó la zona hasta finales del siglo XV.
Hoy Hervás combina su herencia histórica con una vida local atractiva, siendo el centro principal del Valle del Ambroz. Su clima agradable, con inviernos frescos y veranos suaves, junto con sus servicios y espacios culturales, hacen de este pueblo un destino atractivo tanto para quienes buscan tranquilidad como para quienes desean sumergirse en la historia y la naturaleza del norte de Extremadura.
El entorno natural de Hervás

El pueblo se encuentra al norte de la provincia de Cáceres, asentado en la falda del monte Pinajarro, a una altitud aproximada de casi 700 metros sobre el nivel del mar. Esta situación le otorga un paisaje montañoso y un clima que combina características del clima mediterráneo y continental, que hacen del lugar un espacio fresco y agradable durante buena parte del año.
El pueblo está rodeado por extensos bosques de robles y castaños, que forman parte de la riqueza natural del Valle del Ambroz. Estos montes no solo aportan belleza y biodiversidad, sino que también han sido fuente tradicional de recursos para la población local, desde la madera hasta la recogida de frutos. Además, la vegetación típica mediterránea, con arbustos y plantas aromáticas, completa este entorno natural que invita a pasear y descubrir la naturaleza.
Tres ríos importantes atraviesan la zona: el Ambroz, el Balozano o Santihervás y el río El Gallegos. Estos ríos tienen un régimen pluvial-nival, lo que significa que su caudal varía según las lluvias y el deshielo en las montañas. Históricamente, estos cursos de agua fueron fundamentales para la economía local, ya que alimentaban molinos y fábricas. En la actualidad, su papel principal está en el riego de huertas y praderas que sustentan la ganadería de la comarca, contribuyendo a la vida rural y al paisaje verde que rodea Hervás.
Historia de la localidad

Los orígenes de Hervás se remontan al siglo XII, en un contexto de repoblación cristiana tras la Reconquista. Su posición estratégica, atravesada por la histórica Vía de la Plata, favoreció el paso y asentamiento de distintas culturas a lo largo de los siglos. Durante un tiempo, la localidad estuvo bajo el control de la Orden del Temple, que construyó una fortificación en la zona. Más adelante, pasó a formar parte del señorío de los Zúñiga, duques de Béjar, hasta que en 1816 el rey Fernando VII le concedió el título de Villa Libre, marcando su independencia administrativa.
Uno de los elementos más destacados del patrimonio de Hervás es su conjunto urbano, especialmente el conocido Barrio Judío, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1969. Sus calles estrechas, de trazado irregular, conservan el encanto de la arquitectura popular: casas altas con entramado de madera, ladrillo, adobe y tejados sobresalientes. Aunque la sinagoga original no se conserva, la tradición oral la sitúa en la calle Rabilero, donde aún se percibe el peso de la historia.
El legado judío es visible no solo en el urbanismo y los nombres de las calles, sino también en la vida cultural del pueblo. Cada verano, la fiesta de “Los Conversos” recupera parte de esta memoria a través de representaciones teatrales al aire libre, que involucran a los vecinos en un homenaje a la historia sefardí local.
Un paseo por el patrimonio de Hervás

Una caminata por el centro de Hervás permite descubrir algunos de sus edificios más emblemáticos. Desde la Plaza de la Corredera, la calle Asensio Neíla conduce a la Casa de los Dávila y al Museo Pérez Comendador-Leroux dedicado a la escultura y pintura. Muy cerca, en la Plaza González Fiori, se pueden visitar las antiguas Casas Consistoriales, antiguo hospital franciscano, y restos de la ermita templaria. Subiendo por la calle Cabildo se accede a la iglesia de Santa María de Aguas Vivas, situada sobre la antigua muralla medieval. Desde allí se baja hacia la Plaza y, por la Calle Abajo, se llega al Puente Medieval de la Fuente Chiquita, con vistas al río Ambroz.
El recorrido continúa por la ribera del río, donde se aprecia la arquitectura serrana tradicional. Por calles estrechas como El Vado o el Callejón de los Cofrades se asciende hasta el corazón del antiguo barrio judío, con referencias a antiguas bodegas, lagar y la sinagoga. Subiendo por la calle Cuestecilla se alcanza la Plaza del Convento, donde se encuentra la iglesia de San Juan Bautista de la Concepción, antiguo convento de los Trinitarios Descalzos. Desde aquí, una breve caminata lleva al Puente de Hierro, una estructura de estilo Eiffel con vistas panorámicas del Valle del Ambroz, ideales para cualquier momento del día.
A escasa distancia se puede recorrer un tramo de la Vía Verde de la Plata hasta la antigua estación de tren, hoy Centro de Interpretación del Ferrocarril. Siguiendo el paseo por la Avenida de Piñuelas, se accede a la zona de las cuatro Carreteras, punto de entrada a espacios verdes como el Túnel de Castaños de Indias, el Jardín Histórico, la Pradera o la zona recreativa de Los Pinos. Este recorrido se completa con paradas junto a la Ermita de San Antón, el monumento a los caídos y la Glorieta del Rollo de Villazgo, que conmemora el título de Villa Libre otorgado a Hervás en 1816.