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El alcalde de Barcelona defiende las ciudades como la "resistencia" ante "la oleada reaccionaria", mientras el PP le reprocha su "hipocresía" por mantener relaciones institucionales con países que persiguen el colectivo LGTBI
Un Orgullo multitudinario desafía la prohibición del ultraderechista Viktor Orbán y toma las calles de Budapest
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha hecho un llamamiento este sábado desde Budapest a tomarse “muy seriamente” la lucha LGTBI y ha alertado que la prohibición de la manifestación del Orgullo en la capital húngara podría pasar en cualquier otra ciudad europea, como por ejemplo Barcelona.
“Que se ataquen derechos y libertades fundamentales en un país miembro de la Unión Europea, puede pasar mañana en Barcelona”, ha dicho antes de participar en la manifestación en Budapest, prohibida por el gobierno ultra del país. Collboni participa en la manifestación junto con otros alcaldes europeos y ha reivindicado las ciudades como la “resistencia” ante “la oleada reaccionaria”.
Collboni ha hecho un llamamiento a la sociedad civil ante la posibilidad de retroceso de los derechos del colectivo LGTBI. “Esto que parece tan lejano, seguramente si ahora se le preguntara a alguien de Budapest hace solo 5 o 10 años que algún día podía pasar el que está pasando ahora, que es que se prohíba una marcha y una manifestación, no se lo creería”, ha remarcado.
El alcalde de Barcelona ha advertido que la prohibición de la manifestación del Orgullo en Budapest se produce en un “momento político muy complejo” que se vive en todo el mundo y ha remarcado que este contexto exige “máxima atención, compromiso y fuerza” para evitar que se vulneren derechos fundamentales y de expresión.
“Hipocresia”
Por su parte, el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, ha reprochado la “hipocresía” del alcalde Collboni por apoyar la manifestación prohibida del Día del Orgullo mientras mantiene relaciones institucionales con países que persiguen el colectivo LGTBI.
“Defender el Orgullo en Hungría está bien, pero hacerlo mientras se estrechan lazos con gobiernos locales de países como Marruecos, Palestina o Cuba, donde la homosexualidad se penaliza con prisión, es un ejercicio de hipocresía política”, ha asegurado Sirera, en una nota de prensa.
El líder de los populares en Barcelona ha exigido en el gobierno municipal que rompa lazos de cooperación con aquellos gobiernos que no respeten los derechos humanos y que exija condiciones claras en materia de libertad e igualdad en las relaciones institucionales.
Sirera ha recordado que en las Fiestas de la Mercè de 2024, el Ayuntamiento invitó oficialmente Casablanca, a pesar de que en el Marruecos ser homosexual puede suponer hasta 3 años de prisión.
“No se puede ondear la bandera del arco iris en Budapest y a la vez rendir homenajes institucionales a ciudades de países que vulneran los derechos fundamentales de las personas LGTBI”, ha afirmado.
Según Sirera, el compromiso con el colectivo LGTBI tiene que ser fuerte y firme, porque “no se puede hablar de libertad si se guarda silencio ante quienes encarcelan, castigan o marginan homosexuales y lesbianas solo para ser quién son. Callar no es respeto, es complicidad”, ha recalcado.