En pleno corazón de Castilla-La Mancha, donde el paisaje se extiende sin prisa y las colinas suaves se mezclan con campos de encinas, hay un lugar único que parece escapado de una leyenda: La Laguna La Colgada.

Este misterioso enclave, con más de 100 hectáreas de superficie, es conocido por su naturaleza cambiante, un río que aparece y desaparece, lo que lo convierte en uno de los destinos más singulares de la región. El fenómeno ha fascinado a expertos y viajeros, y su magia no solo radica en su agua, sino también en los paisajes que lo rodean.

Ubicada entre los términos de Ruidera y Ossa de Montiel, la laguna forma parte del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, un espacio protegido que, además de su belleza, cuenta con un impresionante valor ecológico.

La historia de esta laguna está entrelazada con las leyendas de la Cueva de Montesinos, un lugar que Cervantes inmortalizó en Don Quijote como uno de los escenarios más oníricos de la novela, donde el caballero entra en las entrañas de la Tierra. El agua, omnipresente, ocupa un lugar central en estas historias, y este entorno sigue cautivando a quienes se acercan a descubrirlo.

Un lugar con historia y naturaleza en su máxima expresión

La Laguna La Colgada no es solo un paraje natural impresionante, sino también un lugar que se conecta con la historia de España. En su centro, una pequeña isla emerge del agua, conectada a la tierra por un puente de madera.

En ella se encuentran los restos de una antigua torre medieval y de una fábrica de pólvora que abasteció al ejército español en el siglo XVIII. Esta presencia histórica da un giro único al paisaje, añadiendo un componente cultural y patrimonial al entorno natural.

Además de su valor histórico, la laguna ofrece un espacio único para relajarse y disfrutar de la tranquilidad. Las aguas cristalinas de la vertiente oriental invitan a los visitantes a disfrutar de un chapuzón en su vertiente más tranquila. La ruta circular de 13 kilómetros que rodea el parque permite explorar a pie o en bici este magnífico paisaje, cruzando caminos de tierra, cortados tobáceos, y áreas de descanso donde se pueden observar diversas especies de aves y plantas autóctonas.

Actividades en La Colgada: más que un paisaje

Si te apetece disfrutar del agua de una forma diferente, La Colgada ofrece la posibilidad de alquilar kayaks, hidropedales y tablas de paddle surf desde el pequeño embarcadero. Es el lugar perfecto para sumergirse en la serenidad del entorno, practicando snorkel o simplemente paseando por sus aguas tranquilas.

El entorno natural y la calma que se respira en la laguna la convierten en el lugar perfecto para aquellos que desean escapar del bullicio y conectar con la naturaleza en su máxima expresión.

Un paraíso para los senderistas y exploradores

Además de las actividades acuáticas, el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera ofrece una red de rutas y senderos ideales para quienes disfrutan del senderismo. Entre ellas, la Ruta de los Pilones, famosa por sus formaciones rocosas y pozas naturales, es otro de los lugares imperdibles del parque. Desde los Pilones, es posible seguir un recorrido que conecta varios puntos de interés dentro del parque y permite a los excursionistas disfrutar de la biodiversidad de la zona.

La Laguna La Colgada, un lugar de calma, historia y belleza natural

La Laguna La Colgada es un destino único en Castilla-La Mancha, donde la naturaleza y la historia se dan la mano para ofrecer una experiencia inolvidable. Entre sus aguas, su paisaje selvático y su conexión con el pasado, este lugar es el refugio perfecto para aquellos que buscan una escapatoria a la rutina diaria. Su entorno, que parece sacado de un cuento, es ideal tanto para los amantes de la naturaleza como para los más curiosos que buscan experimentar una de las maravillas más singulares de España.