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Europa planea eclipses solares artificiales para observar el Sol como nunca antes
Identificación fotográfica] 10 Julio 2025, 08:15

Europa planea eclipses solares artificiales para observar el Sol como nunca antes

La iniciativa MESOM, liderada por instituciones británicas, busca observar la corona solar más de cerca y durante más tiempo que nunca antes

La NASA confirma cuándo tendrá lugar el eclipse solar más largo de la historia

Recrear eclipses solares artificiales en el espacio podría revolucionar el conocimiento sobre la atmósfera del Sol. Esta es la premisa de la misión Moon-Enabled Sun Occultation Mission (MESOM), un proyecto liderado por instituciones británicas como el University College London (UCL), la Universidad de Aberystwyth y el Centro Espacial de la Universidad de Surrey. El plan será presentado esta semana en el Congreso Nacional de Astronomía de la Royal Astronomical Society, y aspira a ofrecer una ventana sin precedentes para descifrar fenómenos clave como las tormentas solares o el misterioso calentamiento coronal.

Eclipses más largos y más útiles que desde la Tierra

A diferencia de las breves y esporádicas oportunidades de observar la corona solar desde la Tierra durante los eclipses totales, MESOM plantea colocar un pequeño satélite en una órbita especial que le permita alinearse con la sombra de la Luna cada 29,6 días, la duración de un mes lunar sinódico. Esto generaría un eclipse total artificial desde el espacio de hasta 48 minutos, diez veces más largo que los observados desde nuestro planeta.

La clave está en usar la propia sombra lunar como un “ocultador natural” que bloquee la intensa luz del disco solar y permita estudiar su atmósfera más interna: la región comprendida a menos de 1,02 radios solares (alrededor de 710.000 km del centro del Sol). En comparación, la misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea solo alcanza los 1,1 radios solares. Con esta configuración, MESOM se acercaría 56.000 km más al Sol de lo que ha sido posible hasta ahora.

Una oportunidad única para estudiar la corona solar

Este entorno privilegiado permitiría a la misión tomar datos sin interferencias de la atmósfera terrestre y con una continuidad inédita. Durante los dos años que podría estar operativa, MESOM replicaría el equivalente a unos 80 eclipses solares totales terrestres. Una auténtica mina de oro para el estudio de fenómenos como las eyecciones de masa coronal, el comportamiento del campo magnético solar o el origen del llamado “clima espacial”.

Para ello, el satélite estará equipado con un conjunto instrumental de alto nivel. Incluirá un telescopio de alta resolución (liderado por el US Naval Research Laboratory), un espectrómetro de masas coronales (desarrollado por Aberystwyth y el Mullard Space Science Laboratory de UCL) y un espectropolarímetro del consorcio español S3PC, con el objetivo de medir con precisión la estructura del plasma solar y las líneas de campo magnético que gobiernan su dinámica.

“Cuando el Sol se sitúa cerca del plano orbital de la Luna, podemos recrear eclipses totales de hasta 48 minutos”, señala Nicola Baresi, coinvestigadora de la misión desde el Surrey Space Centre. “Esto nos permitirá registrar procesos físicos con una profundidad y duración imposibles desde la Tierra, y comprender mejor cómo se desencadenan eventos extremos como las llamaradas solares”.

Próximo paso: convencer a la ESA

MESOM fue presentada a la convocatoria F-class de la Agencia Espacial Europea (ESA) el pasado mayo, con respuesta prevista para finales de año. Estas misiones, más pequeñas y ágiles que las de tipo M, tienen un presupuesto máximo de 205 millones de euros y un calendario de desarrollo inferior a ocho años. Si es seleccionada, el lanzamiento podría producirse entre 2026 y 2028.

Los impulsores del proyecto destacan que esta estrategia aprovecha la dinámica natural del sistema Tierra-Luna-Sol para sortear los límites de la observación astronómica convencional. De salir adelante, MESOM no solo ayudaría a descifrar los secretos del Sol, sino que también podría mejorar las predicciones sobre el clima espacial y su impacto en la Tierra, desde las comunicaciones satelitales hasta las redes eléctricas.


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