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Rodeado de montañas, bosques de robles, castaños y fresnos, este enclave es ideal para los amantes del senderismo, el avistamiento de aves o simplemente aquellos que quieren desconectar del bullicio de la gran ciudad
Es la piscifactoría más antigua de España y se podrá visitar este verano: horarios, precios y dónde comprar las entradas
Si quieres desconectar de una gran urbe como Madrid que, en estos momentos, experimenta altas temperaturas y recalar en un pueblo antiguo, bonito y fresco, rodeado de senderos, La Hiruela se convierte en un destino perfecto. Situado a una hora y media de la capital española, La Hiruela es un pueblo de la sierra, rodeado de naturaleza, prados, paz y montaña. Se encuentra a en el noroeste de la Sierra de Madrid, dentro de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, declarada por la UNESCO en 2005.
Este pintoresco pueblo, con apenas un centenar de habitantes en la Sierra del Rincón es uno de los mejor conservados de la región, tanto por su arquitectura rural como por su entorno natural, su valor ecológico, cultural y paisajístico. La arquitectura popular es uno de los principales atractivos del pueblo. Sus casas de piedra, adobe y madera conservan el estilo tradicional serrano, con tejados de teja árabe, balcones de madera y pequeños huertos en los patios traseros.
Sus orígenes se retrotraen a 1490 y la importancia que tuvo su actividad ganadera se ve reflejada en que su cañada obtuvo el rango de Real. La plaza del pueblo, con su antigua fuente y el edificio del Ayuntamiento, es el corazón de la vida social local. Desde allí parten varios caminos y rutas de senderismo que permiten explorar los alrededores. Además, se pueden visitar pueblos medievales como Buitrago, los frondosos bosques del Hayedo de Montejo o los espectaculares valles de La Puebla.
Naturaleza en estado puro
Uno de los mayores encantos de La Hiruela es su entorno natural. Rodeado de montañas, bosques de robles, castaños y fresnos, este enclave es ideal para los amantes del senderismo, el avistamiento de aves o simplemente aquellos que quieren desconectar del bullicio de la gran ciudad. Existen varias rutas bien señalizadas que parten desde el pueblo.
La más popular es la Ruta del Molino Harinero, un agradable paseo circular de unos cuatro kilómetros que permite conocer uno de los antiguos molinos restaurados, el colmenar tradicional y varios huertos históricos.
El punto de inicio parte de la iglesia de San Miguel. La dificultad del itinerario es baja y la duración es de una hora y cuarto, aproximadamente. Es una ruta perfecta para hacer en familia. Gran parte del recorrido discurre por a la senda del río Jarama, jalonada de vegetación de rivera que se alterna con espectaculares praderas.

Otro sendero recomendable es el que lleva hasta El Hayedo de Montejo, uno de los hayedos más meridionales de Europa y un ecosistema único por su mezcla de especies atlánticas y mediterráneas. Aunque no está en La Hiruela mismo, sino en el cercano Montejo de la Sierra, merece una visita.
Para acceder al hayedo es necesario reservar con antelación, ya que su entrada está regulada. Es una ruta circular desde la Hiruela que nos permite transitar por los bosques de robles de la Sierra Pobre. Se trata de un recorrido de 19 kilómetros con algo menos de 700 metros de desnivel por un terreno variado y, en ocasiones, poco marcado. La humedad constante de esta zona hace que encontremos acebos y otras especies de sierras más al norte. Durante la ruta se atraviesan varias zonas de robles melojos.
Patrimonio y tradiciones vivas
Además del entorno natural, La Hiruela conserva elementos etnográficos de gran valor. Uno de ellos es su molino harinero, una construcción del siglo XVIII que ha sido restaurada y se puede visitar. En su interior, los visitantes pueden aprender cómo se molía el grano antiguamente utilizando la fuerza del agua del río Jarama.

Otro punto de interés es el colmenar tradicional, una muestra del modo en que se practicaba la apicultura en la zona desde hace siglos. Las colmenas de corcho o troncos huecos nos hablan de una forma de vida autosuficiente, donde cada recurso natural era aprovechado con respeto.
El Museo Etnológico de La Hiruela, ubicado en una antigua vivienda rehabilitada, también ofrece una visión fascinante de la vida rural. A través de objetos, herramientas y mobiliario, se puede entender cómo vivían los habitantes del pueblo hace apenas unas décadas: desde la cocina de leña hasta las camas con jergones de paja.
Para recorrer La Hiruela basta con pasear por sus dos calles principales, la del Pilón y la de Abajo, que, en un momento dado, se llama Enmedio. Por cualquiera de las dos, se accede al centro del pueblo, la plaza de San Miguel, donde se encuentran el Ayuntamiento, la iglesia de San Miguel Arcángel, del siglo XVI y el bar.
Si se sigue la calle de Enmedio se alcanza a un mirador con barandillas de madera que ofrece una excelente visión de parte de la sierra del Rincón y el valle por el que discurre el río Jarama.
Gastronomía serrana
En La Hiruela la comida es un homenaje a los sabores tradicionales. En los pequeños restaurantes y casas rurales del pueblo se pueden degustar platos típicos como el cordero asado, la caldereta de cabrito, las migas pastoriles o los judiones con chorizo.
Las recetas suelen elaborarse con productos de proximidad, muchos de ellos cultivados en los propios huertos de los vecinos. Y como broche dulce, no pueden faltar los rosquillos fritos, las flores manchegas o el tradicional pan de higo.
Cómo llegar
Desde Madrid, el viaje dura una hora y media aproximadamente por la carretera A-1. El camino es parte de la experiencia: carreteras sinuosas, paisajes de montaña y pueblos con encanto acompañan el trayecto. Aunque hay transporte público hasta Montejo de la Sierra, lo más recomendable es ir en vehículo propio para disfrutar de la comarca.
Por otra parte, desde Segovia el trayecto tiene una duración estimada de una hora y veinte minutos por la carretera de Soria-Plasencia y la vía N-110.