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Cómo puede ser un contrataque de Irán a EEUU: una lista de opciones que va de las bases militares al transporte por mar
Identificación fotográfica] 22 Junio 2025, 18:15

Cómo puede ser un contrataque de Irán a EEUU: una lista de opciones que va de las bases militares al transporte por mar

Irán ha prometido responder al ataque de EEUU y Trump ha advertido de que Washington se implicará aún más en la guerra en ese caso: las opciones de Teherán tienen algunos límites y suponen diferentes riesgos

Irán acusa a EEUU de haber “traicionado la diplomacia” y asegura que está “calculando” la respuesta al ataque

Lo que sabemos del ataque de EEUU a Irán

Irán había intentado estas semanas disuadir a Donald Trump de unirse a la campaña de bombardeos de Israel con amenazas de represalias, pero la realidad es que sus opciones parecen limitadas y están plagadas de riesgos.

Altos cargos iraníes han señalado específicamente a los buques y las bases militares de EEUU como objetivos, pese a que buena parte de la capacidad disuasoria del país ha sido eliminada en los últimos días por la fuerte oleada de ataques israelíes. Aunque Israel tenía como objetivo acabar con la capacidad de respuesta iraní, sus ataques se han centrado en los lanzadores de misiles balísticos de largo alcance. Frente a ello, Irán todavía posee un enorme arsenal de misiles de corto alcance y drones.

Ante esta amenaza, en las últimas semanas, Estados Unidos ha tomado precauciones, dispersando su presencia naval en la región y reforzando sus defensas aéreas para intentar presentarse como un objetivo lo más difícil posible.

Trump, además, ha advertido de una mayor implicación de EEUU en la guerra de Israel si Irán intenta contraatacar, y en los últimos días ha llegado a sugerir que uno de los objetivos para los bombarderos estadounidenses sería el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei.

La fragilidad del 'eje de la resistencia'

La otra principal arma de Irán, construida durante décadas, es su red de alianzas con milicias regionales, su “eje de resistencia”, pero esta también se ha visto mermada en los últimos meses. El extenso arsenal de misiles de Hizbulá fue pulverizado por la oleada de ataques de la fuerza aérea israelí el año pasado. No solo eso: los aviones de Israel volvieron a atacar este año a la fuerza chií libanesa, bombardeando un presunto depósito de misiles en el sur de Beirut en abril.

Una milicia chií respaldada por Teherán en Irak, Kata'ib Hizbulá, ha amenazado con atacar “intereses estadounidenses” en Oriente Medio en respuesta a la participación de Washington en el apoyo a Israel. Uno de sus comandantes, Abu Ali al-Askari, ha sido citado en la CNN diciendo que las bases estadounidenses en la región “se convertirán en algo parecido a terrenos de caza de patos”. Estados Unidos cuenta con hasta 19 instalaciones militares en Oriente Medio, ocho de ellas de carácter permanente.

El ministro de exteriores Abbas Araghchi, en una rueda de prensa tras el ataque estadounidense contra infraestructura nuclear iraní
El ministro de exteriores Abbas Araghchi, en una rueda de prensa tras el ataque estadounidense contra infraestructura nuclear iraní

Otro socio iraní, las fuerzas hutíes en Yemen, acordaron un alto el fuego con Estados Unidos en mayo tras una oleada de bombardeos de Washington –con graves consecuencias para la población civil–, aunque advirtieron que considerarían rota la tregua si Trump participara en los ataques contra Irán. Sus mensajes colocaban como objetivo los buques estadounidenses en el Mar Rojo, algo que los hutíes han hecho con resultados diversos en el pasado.

La entrada de cualquiera de estas milicias en la guerra provocaría una respuesta devastadora de Estados Unidos, que se ha estado preparando para tal contingencia durante los meses en que Israel ha estado preparando su ataque.

Poner en jaque el transporte marítimo

Irán también contempla la opción de atacar el transporte marítimo, lo que incluye hacer estallar minas, hundir embarcaciones o emitir amenazas creíbles para cerrar el estrecho de Ormuz. Precisamente hace unos minutos el parlamento iraní ha aprobado su cierre, aunque es el Consejo Supremo de Seguridad Nacional el que debe determinar si finalmente se cierra o no. Se trata de una angosta puerta de entrada al golfo Pérsico de apenas 55 km en algunos puntos, es vital, ya que por él transitan a diario más de una quinta parte del suministro mundial de petróleo (20 millones de barriles) y gran parte de su gas licuado.

En los últimos días, políticos iraníes del ala más dura del régimen han llamado a cerrar el estrecho. Para Irán, esta opción presenta la ventaja de imponer un coste directo a Trump, al provocar un repunte en el precio del petróleo con un efecto inflacionario casi inmediato en EEUU antes de las elecciones legislativas del próximo año. Sin embargo, el cierre también sería un acto de autolesión económica. El petróleo iraní utiliza esta misma vía, y cerrar Ormuz supone arrastrar al conflicto a los estados árabes del Golfo, quienes han criticado duramente el ataque israelí, para salvaguardar sus propios intereses.

Para evitar incorporar más adversarios al conflicto o provocar una campaña de bombardeos total por parte de EEUU, Teherán podría optar también por una venganza en frío, en una fecha posterior. En el pasado, ha retrasado su respuesta a ataques externos. El ministro de Asuntos Exteriores, Seyed Abbas Araghchi, insinuó una represalia de duración indefinida al afirmar el domingo que la decisión de Trump “tendrá consecuencias duraderas”.


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