![Identificación fotográfica] Identificación fotográfica]](https://wanted.love/uploads/news-logo/2025/06/09/2396/big-c4820e147f.jpg)
Economía familiar - El club tomó la decisión pensando en las familias con menos recursos, conscientes de que los detalles del equipamiento pueden marcar distancias sociales que no deberían existir en un vestuario infantil
Xabi Alonso, el entrenador que acabó con la tiranía del Bayern y ahora toma las riendas del Real Madrid
Las estanterías de las tiendas especializadas están llenas de diseños llamativos. Hay botas de fútbol con patrones geométricos, otras con cordones asimétricos y algunas que cambian de color si les toca el agua. Las marcas compiten por destacar con cada nuevo lanzamiento y los precios se disparan con facilidad.
Entre tanta oferta, el calzado se ha convertido en un marcador de estatus. En medio de esa vorágine de modelos y tendencias, los alevines del Espanyol han tomado una decisión que rompe por completo con esa lógica.
La medida busca proteger a los niños y eliminar presiones externas
Los chicos del conjunto perico, que se han proclamado campeones de LaLiga Futures, han dejado una imagen que ha llamado la atención tanto como su fútbol. Cada jugador, sin excepción, saltó al campo con botas completamente negras. Sin logos de colores, sin personalizaciones, sin diseños extravagantes.
La imagen, repetida partido tras partido, no respondía a una cuestión estética ni a la nostalgia por tiempos pasados, cuando prácticamente todos los jugadores llevaban botas negras al haber poca oferta. Este código de vestimenta tenía un motivo muy concreto que fue detallado por Joel Tubau, entrenador espanyolista, al término del torneo.
La medida, adoptada por el club y aplicada de forma transversal en todas sus categorías inferiores, persigue la igualdad. El miembro del staff detalló que “a principio de temporada hicimos una reunión con los coordinadores y las personas que más mandan del club” y “decidieron poner esta norma como política de club desde los más pequeños hasta el Juvenil A”.
En esa reunión se valoraron varios factores. Uno de los más importantes fue la necesidad de reforzar la imagen colectiva del grupo por encima de las individualidades. Pero también se tuvo en cuenta un aspecto que va más allá del terreno de juego: la situación económica de las familias.
Tal y como explicó Tubau,, desde el club catalán pretenden “minimizar la diferencia de estatus de las familias”, para evitar que un “niño llegue con unas botas de mil colores y precio elevadísimo mientras otro, con menos recursos en casa, no pueda acceder a ese tipo de calzado tan espectacular”.
El resultado ha sido doble: por un lado, homogeneidad visual en cada comparecencia del equipo; por otro, un gesto sencillo que elimina una fuente frecuente de presión entre los más pequeños. En lugar de destacar por llevar el último modelo de una marca concreta, los niños del Espanyol destacan por cómo juegan, se asocian y compiten.
Una imagen coherente con una propuesta deportiva que funciona
A lo largo del torneo, el equipo periquito superó rivales de peso, incluido el Real Madrid o el Sevilla en una final que se resolvió en los penaltis. En cada uno de esos partidos, la uniformidad de las botas fue una constante. En redes sociales, la imagen ha circulado junto a comentarios que valoran positivamente la iniciativa, aunque desde el club no se ha querido hacer promoción de la medida.
El mensaje interno ha sido claro desde el principio: todos son iguales cuando pisan el césped. La implementación ha sido discreta, centrada en el beneficio que aporta al grupo. El efecto ha sido inmediato, especialmente en categorías donde las diferencias económicas entre compañeros y familias pueden hacerse evidentes de forma sutil.
Sin interferencias externas ni elementos visuales que distraigan, los jugadores han competido en igualdad de condiciones, al menos en lo que respecta a su indumentaria. Lo que sobresale, en este caso, no es el calzado. Es la propuesta deportiva que les ha llevado hasta lo más alto del torneo, con un grupo que ha sabido imponerse en cada eliminatoria para volver a poner a la Dani Jarque como una de las canteras más productivas de España.