
Virginia Barbancho, exresponsable técnico del proyecto de la empresa pública Tragsatec al que estaba adscrita Jésica Rodríguez, expareja de José Luis Ábalos, ha confirmado este jueves en la Audiencia Nacional que sus superiores la presionaron para que hiciera la vista gorda y no molestara ante las sospechas de que la exnovia del ministro de Transportes no acudía a trabajar. Según detallan varias fuentes jurídicas presentes durante su declaración ante el juez Ismael Moreno, instructor del caso Koldo, la testigo ha contado que Rodríguez no fichaba y no rellenaba los partes horarios. Barbancho ha añadido entonces que, cuando ella contactó con instancias superiores para informar de ello, le dijeron que dejara de “acosarla” y que era “sobrina” de Ábalos, entonces ministro de Transportes.